Por: Mariana Canseco
No hay justificación válida por parte del restaurante Fishers House para que haya expuesto a su clientela con malas instalaciones eléctricas, sostuvo el secretario técnico de la Secretaría de Gobierno en el municipio de Querétaro, Juan Carlos Arreguín.
“Cuando algún establecimiento abre sus puertas para ser visitado debe de contar con las condiciones mínimas de seguridad, de tal suerte que me resulta lamentable que traten de excusarse diciendo que le dijeron a los familiares que no se acercaran a la fuente con cableado expuesto”, precisó el funcionario.
Lo anterior lo comentó en relación a la manifestación que llevaron a cabo los empleados del restaurante, quienes alegan que les detuvieron su fuente de ingresos por haber clausurado el establecimiento luego de que un menor sufrió una descarga eléctrica.
Arreguín consideró que los empleados deberían presionar a sus patrones en vez de cerrar avenidas y perjudicar a la ciudadanía que transita por ahí; en ese sentido aclaró que el Municipio no se dejará presionar y que no quitarán los sellos de clausura hasta que el restaurante no pague la multa correspondiente y compruebe que ya está en condiciones de recibir clientes.
“Nosotros somos garantes del derecho que tiene la ciudadanía a manifestarse siempre y cuando no perjudiquen a terceros… Los empleados no tienen por qué manifestarse contra la autoridad, tendrían que estar presionando a sus empleadores para que cumplan con la normativa”.
Además, destacó que el establecimiento tenía varias deficiencias, como lámparas no aptas para espacios sumergibles, personal no capacitado en materia de Protección Civil, falta de sistemas contra incendios y extintores caducados.