Por. Diego Mercado
¿Cómo materializamos un paso más en la historia del gobierno, cómo construir un gobierno más dinámico y digital?
El mundo actual es víctima del éxito de sus intercomunicaciones, sus investigaciones y su conectividad, es por ello que los gobiernos de todos los rincones, deben acelerar la puesta en marcha de los llamados “gobiernos digitales”, que privilegian por sobre todo la atención eficiente, pronta y expedita a los gobernados. El concepto de Gobierno Electrónico o gobierno “digital” incluye todas aquellas actividades basadas en las modernas tecnologías informáticas, en particular Internet, que el Estado desarrolla para aumentar la eficiencia de la gestión pública, mejorar los servicios ofrecidos a los ciudadanos y proveer a las acciones de gobierno de un marco mucho más transparente que el actual. Estas actividades cubren aspectos internos de la gestión de los organismos públicos, la difusión masiva de la información sobre los actos del gobierno, así como la prestación de más y mejores servicios a los administrados, es por ello que debemos de tomar en cuenta 4 principales ejes:
- Identidad. El ID digital es el “pasaporte al mundo digital”. Para que un ciudadano se pueda identificar en línea y firmar documentos (como se requiere en casi todo formulario), es imprescindible contar con un sistema de identidad digital que cumpla los mismos requisitos que el tradicional DNI de plástico. Es decir, que sea intransferible, universalmente aceptable, con absoluta validez jurídica. De la misma manera, es necesario contar con un RUM, un registro Único Municipal que nos permita conocer y tener certeza de los datos.
- Interoperabilidad. La clave para que cualquier gobierno opere a distancia es que el ciudadano no tenga que presentar ningún papel físico. Aquí es donde entra en juego el principio sacrosanto de cualquier gobierno digital conocido en inglés como “once only”: que el ciudadano no tenga que proporcionar al gobierno dos veces el mismo dato.
- Datos. Los datos son el combustible de la transformación digital. Sin embargo, sin un dato estandarizado la información no fluye. Sin una adecuada gobernanza de los datos se pueden vulnerar derechos.
- Servicios digitales. Al final todos accedemos a los servicios a través de una web o un app – pero eso no basta. Para que la experiencia del ciudadano en línea sea adecuada, es muy útil contar con herramientas como un portal único y una carpeta ciudadana donde el ciudadano puede acceder a sus registros, ver sus trámites en curso e incluso empezar nuevos trámites, todo en un único lugar.
En la medida en que podamos reconvertir los planes, programas y acciones de los gobiernos “tradicionales”, a ideas digitales, iremos avanzando en la prestación más eficaz y eficiente de planes, programas o servicios, con más grado de sustentabilidad y mayor combate al rezago social. Incluso en municipios pequeños en dónde la conectividad es deficiente, el reto de los gobiernos y las personas dentro de ellos es mayúsculo, es mayor, pero igual de importante y necesario.