Los mercados en México se remontan a una tradición que se encontraron los españoles cuando conquistan Nueva España, son sin duda una combinación de sincretismo, de cultura de tradición y de cohesión social, en donde el comercio se da cita, no sólo para disfrutar de sus olores y sabores, sino también para reencontrarse con las familias, en ellos está la síntesis de lo que hoy son las tiendas departamentales, pues se encuentran todo tipo de mercancías, frutas, verduras, semillas, ropa, juguetes, artículos para el hogar, además de que son centros de intercambio de mercancías y de mezcla de costumbres.
En este país tan lleno de colores, de costumbres, de gastronomía y de todo tipo de mercancías, hay dos tipos de mercados, los mercados fijos, que tienen una estructura duradera y que han hecho tradición y atraen a sus compradores por sus productos y por la atención de los comerciantes y los mercados sobre ruedas o ambulantes, que se denominan tianguis y que no son nada despreciables, pues tienen su propia riqueza, se instalan en la vía pública y son por corto tiempo.
Los sabores autóctonos de cada región se simplifican en los mercados, pues la gastronomía es una de las expresiones más populares y atrae a comensales de toda jerarquía económica, hay desde los simples tacos, hasta los más sofisticados estofados, carnitas, barbacoas, tortas jugos coctelería de frutas y todo lo relacionado con la región, en síntesis, se encuentra de todo.
En particular ahora la visita fue al Mercado Escobedo de Querétaro capital en donde la bondad de los comerciantes permitió las gráficas ilustrativas, este mercado tiene más de 60 años de vida, nace en lo que hoy es la Plaza de la Constitución en 1940, y para 1964, se traslada a la ubicación actual, en donde acaba de celebrar más de 60 años de existencia y de servicio a la sociedad queretana.
Este mercado alberga una amplia variedad de puestos que ofrecen productos frescos como frutas, verduras, carnes y mariscos, así como artículos de uso diario, ropa, calzado, aparatos electrónicos, sombreros, canastas, vestidos para novias, flores, bisutería y mochilas… desde una tostada arriera, con una tradición extraordinaria en la vida de los hombres del campo, hasta los camotes propios de la región que en otro tiempo fueron regalos extraordinarios para los visitantes, hasta competir con los camotes poblanos…Disfrutenlo…