Perciben las autoridades universitarias, que hay manos extrañas detrás del movimiento, que inició como algo que tenía que ver con la violencia de género y que se estaba atendiendo de acuerdo con las mesas de trabajo y diálogo que se habían establecido… inclusive así lo declaró la rectora Teresa García Gasca.
Explicó que… “Pero lamentablemente a partir del jueves en la noche, algo pasó, recibieron otra asesoría que cambió el esquema y que distorsionó la causa del movimiento”… de manera inicial… Inclusive dijo…se había conformado una comisión redactora para concretar un pliego petitorio, derivado de mesas de trabajo.
“Si bien el pliego que ellos dan a conocer no se nos ha entregado formalmente, las demandas, la mayoría son factibles con pequeños ajustes, estamos afinando la respuesta de un pliego que no nos ha sido entregado. Esperamos tener una mesa de diálogo”…. aunque luego reconoció…hubo un cambio drástico “porque entraron intereses distintos y el viernes ponen sobre la mesa la posibilidad o la exigencia de la renuncia de cuatro personas”.
Sin embargo aceptó que en principio, estás exigencias son inaceptables, dado que no hay una denuncia, especialmente relativa al plagio por parte de un profesor….“No podemos cortar cabezas como moneda de cambio, es inadmisible, se pueden tener implicaciones legales por el daño moral que están sugiriendo estas personas”.
García Gasca destaca cuestiones falsas, pues dice, se señala y se acusa sin pruebas, en donde se pide que renuncien cuatro funcionarios que no tienen ninguna denuncia al interior de la universidad por los que se le señale, y en todo caso, uno de ellos ya ha sido resuelto…. “Se acusa por plagio, registro de la patente quivax, se hace para proteger la investigación, la invención, la solicitud del registro es la 93641, una serie de requisitos que se tienen que cumplir, la cesión de derechos que cada uno de los inventores hace a la universidad, soy parte de este equipo, se le ceden los derechos a la universidad, la única propietaria es la UAQ”.