Por Mario Alberto Hernández
El día de ayer trascendió un video del más reciente concierto de Cold Play, que fue tomado por la Kiss Cam (cámara del beso) para quienes han ido a uno de sus shows, saben que una cámara busca parejas entre el auditorio y las proyecta en las pantallas gigantes a la vista de todos, cuando las parejas se miran en las mega pantallas se deben dar un beso a lo que el estadio completo responde.
Hasta ahí todo bien, pero resulta que entre el público se encontraba una pareja formada por Andy Byron, CEO de Astronomer, una compañía de software empresarial y su directora de Recursos Humanos Kristin Cabot; no tendría nada de malo, pero ambos están casados y tienen hijos con otras personas.
La infidelidad tiene múltiples variables, no aplica sólo a los famosos, sino a toda pareja incluso y no sólo a las heterosexuales, tampoco es un tema de cultura, religión, dinero o zona geográfica, es simplemente parte de la naturaleza humana.
En México, estudios indican que tanto hombres como mujeres pueden ser infieles, aunque las motivaciones y formas pueden variar. La infidelidad puede incluir tanto aspectos físicos como emocionales, y su impacto en las relaciones puede ser significativo y a menudo terminan en divorcio.
Se estima que un porcentaje considerable de hombres (30.6%) y mujeres (12.8%) han reconocido ser infieles en algún momento. Según la plataforma de citas Gleeden indica que el 58% de los mexicanos considera la infidelidad como un comportamiento natural.
Entre las causas comunes se encuentran problemas de comunicación en la pareja, insatisfacción sexual, falta de amor, conflictos personales, problemas económicos y desquite por infidelidad previa. También se observa que la infidelidad puede ser directa, planeada, o indirecta, resultado de circunstancias no intencionales.
En México, el adulterio puede ser causal de divorcio, aunque no siempre es considerado un delito penal en todas las entidades federativas y en el contexto laboral tener relaciones extramaritales con alguien en el trabajo es más común de lo que sabemos y es aquí donde el caso que le comento toma un tono dramático.
Dentro del cumplimiento normativo o Compliance, sabemos que hay reglas de actuación dentro del horario e instalaciones de trabajo, en México este macro está descrito en el Reglamento Interior de Trabajo (RIT) que los empleados deben conocer, firmar y aplicar (en este orden) para que el comportamiento dentro de la empresa esté enfocado a lo que los convoca: el trabajo.
Lo que todos vimos -ya que el video se hizo viral- no es simplemente un “quemón”, es una infracción a la normativa interna de la empresa y podría tener consecuencias más allá de los respectivos divorcios de las parejas afectas, sino implicaciones éticas en la empresa por un daño reputacional y esto es a lo que debemos poner foco, a que si usted en su negocio o empresa desea un ambiente enfocado a los resultados, es muy conveniente tener el RIT, políticas internas y sobre todo alguien que vigile el cumplimiento y promocione el ambiente de cumplimiento.
Usted me podrá decir que estaban en un concierto, que sucedió fuera de las horas laborales y una larga lista de excusas; el hecho es que lo puede sancionar el área de Compliance en la empresa, porque lo que todos vimos solo era el resultado de un comportamiento que seguramente nació en horas laborales.
Cuidar la ética en la empresa, desborda los beneficios e impacto de la marca en las vidas de los empleados y coadyuva a tener marcas sólidas y ejemplares. Ni la ética es una excentricidad ni el compliance una exageración, son el marco correcto para negocios sólidos y marcas de excelencia.
Nos leemos la próxima semana.