Por. Diego Mercado
Los espacios públicos en donde ocurre la sana convivencia, son de suma importancia en tenerse, reconocerse y visibilizarse. El espacio público hace referencia al típico lugar abierto y libre para toda la sociedad. Idealmente estos espacios son destinados a la vida urbana para desarrollar relaciones sociales y recreacionales, son el medio para la convivencia en dónde conviven diferentes actores, son espacios donde las ideas, la creatividad y los buenos aprendizajes suceden, desde los parques, las alamedas, las canchas, hasta espacios públicos más funcionales, como las avenidas, las plazas o calles. El espacio público por sí solo, refiere a uno de los espacios de apropiación cultural más importante en el desarrollo de las sociedades, porque es ahí donde ocurren muchos aprendizajes, anécdotas y vivencias.
Pero a todo esto, ¿un espacio público puede ser un lugar dónde convivan las mentiras, la desinformación, la mala voluntad, el prejuicio, el peligro, la angustia y lo falso? Claramente la primera respuesta que se nos viene a la mente, es un NO.
No podemos hablar de un espacio público de calidad si estamos rodeados de todo lo anterior. Un espacio público además de estar bonito, debe ser seguro. Debe promover la igualdad y la inclusión. Entonces, porqué a los espacios de que hemos creado de forma virtual si les permitimos todo lo que no queremos ver en un espacio público? Los espacios virtuales, la realidad virtual, las redes sociales, y en general el contenido, constituye una nueva realidad de “espacio público” y aunque es llamado multiverso, meta, una realidad virtual, no deja de ser un espacio que usamos a la típica vida urbana para desarrollar relaciones sociales y recreacionales, virtuales sí, pero igual de importantes que las físicas. Así cómo el cuidado de los parques y plazas es tarea de todos, todos debemos de exigir y cuidad los contenidos que consumimos, las redes y los blogs en donde nos pasamos gran parte del día, apropiándonos del espacio virtual para un entretenimiento o esparcimiento social y lo más importante, para conocer gente, relacionarnos e hiperconectarnos con los demás.
Nuestros espacios virtuales deben y pueden ser el reflejo de nuestros espacios públicos, sitios seguros, incluyentes y de crecimiento.
Nuestros espacios públicos deben ser la materialización de las ideas virtuales, en donde conviven diferentes elementos con un único propósito, regenerar el tejido social a través de la sana convivencia.