Por Karla Rosillo
Los partidos políticos saben de la creación de estructuras territoriales que les ayudan a conformar las grandes redes para los momentos en que hay que salir a defender la bandera del color que usted me diga.
Muchos de los nuevos partidos se forman, en gran medida, de unos de aquí, otros de allá, y uno que otro que nunca tuvo partido, pero sí simpatía. Estos actores llegan motivados por las inconformidades que no les fueron satisfechas en otro partido y, por lo tanto, “decidieron ser congruentes con sus valores personales” e irse a otro instituto que posiblemente sí les cumpla los caprichos políticos.
Bien, las piezas del ajedrez se mueven, y es claro que los peones son los que dan el primer paso y comienzan a marcar el juego. El día de ayer, el secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Jorge Meade Ocaranza, en rueda de prensa en la capital, anunció el inicio de una gira nacional por los comités estatales del país para fortalecer las estructuras partidistas rumbo al proceso electoral de 2027. Y eso está muy bien. Lo que no está bien es que quieran reestructurar las estructuras territoriales cuando no hay una reestructura desde el nivel de la dirigencia nacional, y también de las dirigencias estatales. Ese es el verdadero problema: los militantes se hartaron de ser la carne de cañón del club de Toby. Y curiosamente, en cada partido hay un club idéntico. Los integrantes de este club siempre ocupan un espacio en gobiernos municipales, estatales, federales… o incluso, algunos de la noche a la mañana se convierten en asesores políticos.
Abigail Arredondo comentó en la entrevista realizada por el Director de este diario que para 2027 el 40% de la lista nominal serán jóvenes. Y sus palabras fueron: “salgamos a conquistarlos”. Y aunque en algo tiene razón la dirigente estatal del PRI —ningún partido le compite al Revolucionario Institucional en historia, creación e independencia de instituciones que dieron cabida a cada sector de la sociedad— hay que recordarle algo… El nuevo “partidillo” Movimiento Ciudadano empezó a conquistar a los jóvenes hace dos elecciones. Incluso muchos de ellos aún no votaban. Tanto es así, que en las elecciones presidenciales de 2024, MC obtuvo nada despreciables 467,951 votos más que el PRI.
Sus excompañeros de partido, Paul Ospital y Toño Macías, quienes además se han encargado de reevangelizar a la militancia priista y convertirla ahora en emecista, vieron la gran oportunidad que le espera a este partido de convertirse en la segunda fuerza política en 2027. Lo comentaba hace algunos años con el Profe Rosillo: MC se va a meter como el moho, yendo en primera instancia por las regidurías. Y subestimando al partidillo, hoy, en esta elección intermedia, ganó 44 alcaldías.
Esto es un recordatorio para el PAN, que en palabras de su dirigente estatal, en rueda de prensa en San Juan del Río, dijo que “hay miles de ciudadanos que se inscriben a la doctrina del Partido Acción Nacional”. Que no se les olvide que, posiblemente, queriendo combatir a MORENA, quienes ataquen desde dentro del Caballo de Troya… sean los del partidillo Movimiento Ciudadano.