Las bardas no mienten…los políticos sí
Por Karla Rosillo
Mi abuelo Rubén —mejor conocido como El Halcón Rojo— solía decir: “Haz lo correcto, aunque nadie te aplauda.”
Pero si trasladamos esa frase a los tiempos actuales —y más aún a la política—, lo cierto es que ningún político quiere pasar desapercibido. Aquí aplican la de: “Quien se mueve, no sale en la foto.”
Hoy, la mayoría de los ciudadanos nos damos por informados con solo leer el titular. La velocidad de la información es tan brutal, que muchas veces nuestra memoria no alcanza más allá de lo que pasó hoy. Y con eso, terminamos “perdonando” las faltas graves de los actores políticos… del partido que usted me diga.
Ningún suspirante se quiere quedar atrás. Ninguno quiere “hacer lo correcto”. Y nuestras leyes electorales son tan frágiles, que no hay a quién fincarle responsabilidades.
Y sí, estimado lector, estoy hablando de las pintas en las bardas que inundan TODO el estado.
Hace unas semanas el tema parecía superado, pero fue conversación durante mucho tiempo —principalmente con actores del PAN—, esos que tan fácil se deslindan y juran que ellos no tienen vela en el entierro.
¿De verdad creen que tenemos cara de muppet para tragarnos que las bardas las mandan pintar ciudadanos con su propio dinero solo para apoyar a un aspirante?
Permítanme esbozar una carcajada fuerte y sonora.
Todos sabemos quiénes están formados para Gobernador, quiénes quieren ser Presidentes, y ya hasta se perfilan nombres para Diputaciones Locales. Poco a poco, cada uno empieza a sacar su banderita política… unos con disimulo, otros con total descaro.
Ojo: no está mal querer ser el elegido. Lo que sí está mal es hacerlo fuera de los tiempos electorales y luego, con el mayor cinismo, acusar al contrario de adelantarse, cuando TODOS —sin excepción— lo están haciendo.
La ciudadanía lo sabe. Y sabe también que, llegado el momento, tendrá que elegir, probablemente al menos peor. Pero que al menos que sea en el tiempo correcto.
Como bien dijo hoy el Director de JAPAM: “Hay muchos Toños”.
Y sí: también hay muchos Agustines, Marcos, Feliferes, Diegos, Paules, Luis Navas, Gilbertos, Santiagos…
Como hubo muchas Claudias, y al final, solo una fue la elegida.
Y como dice el dicho popular:
No molesta la burla… lo que chinga es la risa.