La sucesión se cocina, con el drenaje colapsado
Por Karla Rosillo
Existe una preocupación —digamos ocupación con ligeros toques de obsesión— por parte de un sector de la sociedad: ¿quién será el próximo candidato a la gubernatura?
Y recalco: “un sector”, porque la mayoría de las personas anda más preocupada por que no se les meta el agua a la casa, porque el drenaje no colapse o porque su carro no flote. Ya sabe, cosas menores como sobrevivir.
Y es que, aunque no estamos en tiempos de campaña, eso a los partidos poco les importa. Ya están moviendo fichas, acomodando piezas y —por supuesto— tirando línea.
Como dicen las Sagradas Escrituras: “Muchos son los llamados y pocos los elegidos”, aunque en este caso, los elegidos no bajan del cielo, sino de un despacho de Gobierno. Porque sí, en Querétaro la sucesión se cocina con fuego bajito… pero en cocina cerrada.
Lo cierto es que ni las lluvias constantes, ni los desbordamientos de canales, ni las inundaciones han logrado desviar la atención del que parece ser el proyecto estrella del sexenio: El Batán, agua para todos.
Un proyecto que, según palabras del gobernador Mauricio Kuri, “no es de un gobernador, ni de un partido, es de Querétaro”. Frase —e instrucción implícita— que, al parecer, no le bajaron al dirigente estatal del PAN, quien anda más preocupado por asegurarse de que el proyecto salga con bandera azul.
Y claro, cuando el partido quiere capitalizar el proyecto más ambicioso de la administración, lo que podría haber sido un esfuerzo ciudadano se convierte en moneda política. Porque en política, o marcas postura, o te marcan la agenda. Y aquí ya son evidentes las fracturas, los desacuerdos y a leguas se ve que una cosa es construir alianzas con el adversario (como lo ha hecho Kuri con Morena) y otra muy distinta es que ni en tu propia casa te hagan caso. La papa caliente que tiene en las manos Martín Arango se parece mucho a MORENA, un partido donde los bandos se multiplican, las lealtades se diluyen y el 2027 parece una carrera sin mapa, sin brújula y sin gasolina y a un PRI donde reinó el compadrazgo y el pago de favores que hoy mismo lo tiene en terapia intensiva y con respiración artificial, comentario solo para -reflexionar-
Querétaro se está llenando de agua, pero los partidos están llenos de fuego cruzado.
Y en medio, los ciudadanos, que siguen esperando que alguien los escuche más allá de los tiempos electorales.
Así que la pregunta sigue vigente:
Entre el diablo, la política y el agua… ¿usted con quién se queda?