El rival que no se ve, pero se respira en San Juan
Dicen que hay alternativa para San Juan del Río y no, no es Morena. La verdadera historia de terror político es otra: la humedad que se mete por las esquinas.
Me refiero a Movimiento Ciudadano (MC).
Carlos Mier, Coordinador Municipal de MC, ha abierto los espacios para hablar sobre el trabajo que han estado haciendo en este municipio, no desde ahora, sino desde hace algunos años, buscando acercarse a la ciudadanía como una visión de gobierno alternativa.
El día de ayer, Mier estuvo en este espacio noticioso y nos comenta que muchos pueden «querer ser», pero MC será excelso en seleccionar a los mejores perfiles, pues —parafraseando— San Juan necesita de gente altamente capacitada y no escatimarán en elegirlos.
A lo largo de los últimos dos comicios electorales, MC se ha metido como el moho, ahí poquito a poquito, empezando por las regidurías. Esto pareciera ser cosa menor, sin embargo, regidor que sabe hacer su trabajo, regidor que posiciona al partido como una opción real para el 2027.
Tal es el caso que hoy en Querétaro gobiernan dos municipios importantes, Amealco y Colón, y a decir de Carlos Mier, ganar estos espacios les abre la posibilidad de que la ciudadanía conozca los valores, las causas y la visión de MC en el gobierno.
El verdadero rival a vencer para MC es el abstencionismo. Sin duda, el partido ha dado la batalla; no hay rival pequeño y subestimar a los contrarios sería un craso error. Pues en política nada está escrito; todos quieren, pero la realidad es que el PODER exige más que solo «querer».
San Juan del Río se ha vuelto un punto neurálgico para Querétaro. Ganar o perder este municipio puede significar la gloria o la derrota para la gubernatura. Y como dice el cuento de la carreta: la que más ruido hace a lo lejos es la que más vacía viene…
Hoy todos hablamos del PAN y de MORENA, pero recuerda: la humedad no se detecta hasta que ha invadido la casa. Hago esta comparativa, quizás un poco injusta, porque MC es un partido que predica bajo el lema de «dejar atrás la vieja política» aunque, seamos honestos, en sus arcas haya dinosaurios en desarrollo.
La política, querido lector, es un juego perverso, un juego que juegan quienes no están dispuestos a perder, aunque en las urnas no ganen.
A la ciudadanía nos toca participar, hacer valer nuestro voto, ese voto de confianza o de castigo, aunque a veces el castigo no sea para el que pierde, sino para toda una población. Así que estamos en tiempo de analizar todos los perfiles, todos los partidos políticos.
Ahora sí que… Entre el diablo y la política, ¡que no le digan, que no le cuenten!










