Por Mario Alberto Hernández
Estamos ya en tiempo de lluvias, en el momento en que escribo estas notas el 1er huracán de la temporada se cierne sobre las costas de Guerrero y Oaxaca, su nombre es Erik, pero en esa zona en los últimos dos años se han presentado meteoros muy importantes que han costado vidas y al mismo tiempo han frenado o destruido el desarrollo de zonas emblemáticas, del país.
En México según datos de CONAGUA llueve entre 1,500 y 2,000 mm al año; sin embargo, con el cambio climático este dato puede ser muy variable, años de sequía contra años de intensas lluvias que en ambos casos, ya nos deberían haber preparado, para enfrentar estos cambios temporales.
Hace unas horas estaba en una videoconferencia sobre Riesgos organizada por la Universidad Complutense de Madrid en esta conferencia se mencionó a Nassim Taleb, el autor del “Cisne Negro”.
Taleb postura que en la vida hay eventos que por no haber sucedido aún, no significa que no vayan a pasar, por lo que la mejor estrategia es estar preparados y en todo momento minimizar el riesgo aunque éste, siempre va a estar presente.
Se le llama “Cisne negro” a un evento que quizás nunca haya sucedido, pero que puede pasar y ante el que mucha gente cree que no sucederá y por lo tanto está a merced de sus esporádicas consecuencias, no es un pensamiento pesimista, por el contrario, es lo que podríamos llamar “una cultura de prevención” es, una cultura de mitigación de riesgos.
Uno de los profesores expositores del tema decía que también existe otra “fauna” en tema de riesgos como el “Rinoceronte negro”, que es une gran evento que todos venos que viene en camino y al que hay que estar preparado porque tenemos la certeza de que sucederá, y debemos estar dispuestos a entrarle desde ahora; como todo rinoceronte no nos podemos acercar con mucha confianza, ni hay una distancia que sea lo suficientemente lejana para evitar el encuentro, más bien hay que tomar precauciones, un ejemplo de esto es el cambio climático.
Finalmente existe un tercer personaje al que le llamaban “La ruidosa serpiente”, que son esos eventos que encienden luces del tablero de control y que tenemos que atender porque el riesgo es volátil y afecta nuestras operaciones, dado que son eventos más o menos comunes, cíclicos o recurrentes de alguna forma, y algunas organizaciones están más o menos preparadas.
¿En qué categoría entrarían los eventos meteorológicos a los que está expuesto su negocio? ¿Cuál sería el evento en su negocio, al que podría denominar “ruidosa serpiente”? ¿Cuál es su “Rinoceronte Negro”?
Estos días lluviosos en carreteras o en ciudades, nos invitan a reflexionar en planes alternativos para la operación del negocio, no bastan los procesos y los indicadores de desempeño, sino organizar estrategias muy puntuales y profundas de operatividad ante eventos catastróficos como calles inundadas o caminos destruidos, es parte de sus costos los que se afectan y la operatividad de su negocio.
Lo invito a dejar de padecer por los “cisnes negros” que quizás eran “ruidosas serpientes” que debieron ser atendidas en su momento.
Nos leemos la próxima semana.