Por Claudio Osornio
“A mitad del Río el PRI cambió de jinete”
Contraviniendo todos los usos y costumbres que por décadas practicó del Revolucionario Institucional, “a mitad del río el PRI cambió de jinete”. Con ello dejó entrever “el momento real” que vive dicho instituto político, de cara al 1 de julio.
No obstante, la visita del nuevo dirigente nacional del PRI, René Juárez al estado de Querétaro, resultó un verdadero “tanque de oxígeno” para los candidatos locales priistas, que están resintiendo el fragor de una realidad, que luce completamente adversa para ellos.
El dilema del asunto es el tiempo. Sin duda que el cálculo realizado por el equipo de campaña de José Antonio Meade, es que el arranque de las elecciones locales, sea el motor que resucite al candidato del PRI. Sin embargo, la realidad es que la división y la falta de acuerdos siguen imperando en la vida del tricolor.
En San Juan del Río, el fulminante relevo de Enrique Ochoa en la dirigencia nacional del PRI, fue tomado en un principio con “incredulidad” por los priistas de éste municipio. Sin embargo ante el arranque de las campañas locales de a poco, se han ido “acomodando a la idea”.
Y es que en el ámbito estrictamente local, el PRI se ubica en una “realidad distinta” a la que se vive en el plano nacional. Batallando con los enconos internos, el PRI se encuentra con la intención “de desmarque” de MORENA, para adjudicarse un hipotético segundo lugar. No hay pa’ más.
Si a nivel nacional “el coco del PRI” es MORENA, en San Juan del Río “el voto azul” del PAN es un hueso “muy duro de roer”. A todas luces el Revolucionario Institucional se encuentra a “fuego cruzado” y en dos avenidas en donde no tiene mucho margen de maniobra.
Los rumores y las filtraciones en algunos casos más que eso, si le han pegado en el ánimo de los tradicionales sectores priistas. No lo dicen ni lo aceptan, pero se le ve en el rostro. Y los propios candidatos priistas, a nivel local, comienzan a dar muestras de cierta desesperación.
La mejor prueba de ello, es el proyecto que realizó el candidato a diputado local del PRI, Juan Carlos Piña. El candidato del PRI, lanzó su propuesta de campaña denominada “Me pongo en tus zapatos”. La cual consiste en “quedarme a dormir, con las personas que me inviten a sus casas, para conocer de primera mano sus necesidades”.
De entrada hay que decir con todos sus letras, que la idea de Juan Carlos Piña es buena a muy buena. Sin embargo las palabras que utilizó el abanderado del PRI para presentarla, desde un punto de vista personal, no fueron “bien calculadas” e incluso el nombre del programa refleja cierto extravío de la idea central.
Me explico: si nos atenemos al concepto literal de “ponerme en tus zapatos” lo que quiere decir es que la persona que las pronuncia “quiere vivir, sentir, oler y hasta padecer” la problemática de otra persona.
Acudir de “invitado” a la casa de cualquier amigo y más aún de un simpatizantes, tan sólo unas horas y ocupar la mayoría de ellas en dormir, es justamente lo contrario de lo que pregona la frase “Ponerme en tus zapatos”.
Así las cosas nos leemos en la próxima entrega…