Por Claudio Osornio
¿Aún habrá tiempo?
La triple ejecución registrada ésta semana en una conocida Plaza Comercial de la Capital Queretana, es una llamada más de atención para que las empresas propietarias de dichos centros comerciales, refuercen todas y cada una de sus medidas de seguridad.
De por sí, el argumento inicial de las autoridades de que los agresores y las victimas no son vecinos de Querétaro, es insuficiente para explicar un hecho delincuencial de ésa magnitud. Incluso por la gravedad, es tiempo de que los gobiernos locales tomen adicionalmente “medidas de seguridad” mucho más “rígidas” de las que se han planteado hasta ahora.
Por ejemplo recientemente en San Juan del Río, el Gobierno Local, clausuró un centro comercial por no contar con personal de seguridad privada. Algunas voces “tronaron” en ese momento, contra el Gobierno Local. Sin embargo la tendencia hacia un control mucho más “estricto” de éste tipo de lugares, parece que es la ruta correcta. La duda es si todavía estamos a tiempo.
La tarde del pasado martes alrededor de las 6, desató nuevamente un verdadero pandemonio en Querétaro. La noticia de un “tiroteo” en Plaza Antea corrió como “reguero de pólvora” en las redes sociales. En la medida que se agregaba la información, crecía el temor.
Poco antes de las 7 de la noche, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Querétaro, confirmó el tamaño del asunto. Confirmó la muerte de 3 personas y el estado crítico de una más. Ya se imaginará usted amigo lector, las voces que se desataron en las redes sociales condenando el hecho.
Las primeras versiones “oficiales”, hay que decirlo con todas sus letras, en lugar de comenzar a calmar la situación, la agravaron aún más. Ya que se mencionaba insistentemente que las personas que protagonizaron el hecho sangriento no vivían en Querétaro.
La realidad que viven los queretanos en general, al parecer es muy distinta a la que visualizan las autoridades estatales. Es tiempo de que el personal que labora en las dependencias de procuración de justicia e incluso policiacas en Querétaro, dejen de tratar de minimizar intencionalmente los hechos que se están registrado.
Y es que el problema grave de la inseguridad, en realidad se está viviendo en cada colonia, en cada comunidad y barrio del Estado, con los llamados “delitos comunes”. Los delitos de “alto impacto” como el perpetrado ésta semana en Plaza Antea, sólo exacerban a una sociedad “vapuleada” por varios flancos.
Desde un punto de vista personal, es tiempo de que los políticos dejen de ver el tema de seguridad como un botín electoral. A pesar de estar en puerta un proceso electoral, por el bien de toda la sociedad, se deben de asumir las responsabilidades que se están manifestando.
Creer que quitar a un partido político del poder y permitir que otro regrese al mismo, no es, ni nunca ha sido la solución de éste problema. Sin embargo con tal de conseguir el objetivo, los partidos políticos son capaces de eso y muchas cosas más.
Así las cosas, nos leemos en la próxima entrega…