Querétaro. – Entrar en la “nueva normalidad” y reactivar la economía no significa que las empresas regresarán a trabajar como antes de la pandemia, por el contrario deberán transformarse para cumplir con las nuevas regulaciones, acelerar su transformación digital, y desarrollar nuevos productos y servicios que respondan a los nuevos hábitos de consumo, explica Iraia Vivanco, directora académica de la carrera de Ingeniería en Diseño Industrial de la Universidad Mondragón México (UMx).
La cuarentena -considera- es un buen momento para reflexionar y realizar un análisis del estado actual de la empresa, entender los cambios que se integrarán con la reapertura de las actividades económicas, así como los nuevos hábitos y demandas de los consumidores.
Por ejemplo, a nivel interno, será necesario preparar y adaptar las zonas de trabajo para garantizar la seguridad de los trabajadores. Modificar o rediseñar las líneas de producción a fin de tener las distancias de seguridad establecidas por el nuevo marco laboral.
“Cuestionarse sobre la viabilidad de su oferta actual de productos y servicios, y estudiar los cambios del mercado para adaptarse rápidamente, pues las necesidades de los usuarios están cambiando. Ahora la gente pasa más tiempo en casa y en sus dispositivos digitales, y por ende las prioridades y los hábitos de consumo son otras, no solo en México sino a nivel global”, describe la también directora de la Facultad de Ingeniería de la UMx.
Las empresas deberán acelerar su transformación digital. El comercio electrónico creció a pasos agigantados y las organizaciones necesitan ver la manera de poder llevar sus ofertas por este medio e invertir en publicidad para llegar al consumidor.
Conocer el nuevo perfil de sus clientes, quienes estarán más tiempo en casa, dedicando tiempo a la decoración y actividades dentro del hogar como cocinar, entretenimiento o creación de huertos urbanos, entre otras. Sin olvidar que crecerá el presupuesto que le asignen a productos para mejorar la salud, cita Vivanco Ibañez
Para poder entender esta nueva realidad y reestructurar la organización, así como su oferta de productos y servicios, las empresas pueden apoyarse en un diseñador industrial, comenta la académica.