Esta semana el INEGI publicó su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleos (ENOE) donde de acuerdo a las cifras oficiales, el desempleo ha descendido llegando a niveles de 2.7% cifra que sólo se alcanzó en 2005, si en el sexenio de Vicente Fox, que es cuando inicia este registro.
Este dato corresponde al primer trimestre del año y lo que significa, como todo número expresado en porcentaje, es que sigue existiendo gente desempleada, pero ahora es más rápido encontrar un empleo. Este sólo dato no nos dice ni el tipo de empleo (formal o informal) ni el nivel si es de operativo, mandos medios o altos, directivos, etc. Sólo nos habla de la reducción de la velocidad para encontrar empleo.
Por lo anterior es una buena noticia parcial, hay que entrar a los datos y desmenuzar quiénes encontraron empleo, hay millones de profesionistas egresados semestre a semestre que no están encontrando empleo, lo cual es relativamente malo, porque si hubiera condiciones, para abrir negocios auspiciados por el Gobierno como Incubadoras, fondos, programas o al menos estrategias fiscales para incentivar este rubro; el dato sería menos relevante, lamentablemente en este sexenio no ha sido así. Incluso el discurso mañanero ha sido todo lo contrario.
Este efecto sigue apoyando a la teoría económica de que a mayor inflación, menor desempleo, es la curva de Phillips lo que vemos y no el efecto de una política económica de promoción al empleo.
Mientras tanto el PIB.
El pronóstico de crecimiento para el trimestre según las expectativas del INEGI, eran del 1.1%, pues bien, el indicador alcanzó el nivel sólo del 1% gracias al sector terciario (de servicios) los economistas consideramos que cerca del 1% (más o menos el 0.9%) del PIB son efecto de exportaciones, es decir que lo que estamos viendo es que se comienza a recuperar la economía muy lentamente, que los datos no nos revelan nada que sea contundente y que las exportaciones siguen siendo el factor decisivo, que si los servicios crecen es gracias a la entrada “extraordinaria” de dólares y por ello vemos un Peso fuerte.
Para cuando usted lea estas notas, seguramente el congreso de los Estados Unidos ya resolvió el tema del tamaño de su deuda, a mi juicio seguirá “pateando el tema”, porque es año de elecciones y porque Biden ha mostrado condescendencia y mano tibia en la ejecución de programas y el control de las finanzas públicas internas.
¿Qué significa esto para México? Que seguiremos viendo actitudes de parte de los candidatos, de golpear al vecino del sur, con tal de ganar votos; porque ninguno de ellos será capaz ni está interesado en resolver sus grandes temas internos.
Escríbame me interesa saber su opinión. Mario Alberto Metacoach.