Por: Mariana Canseco
Empleados de bares y antros del municipio de Querétaro temen que su economía se desestabilice por la modificación en el horario de los centros nocturnos que se implementó a raíz de la balacera en Los Cantaritos, la cual acabó con la vida de 10 personas que se encontraban en el establecimiento.
De acuerdo a diversas entrevistas que realizó la reportera de Bitácora Diario, los clientes de estos establecimientos, principalmente de los antros, acostumbran llegar pasadas las 11 de la noche, aún cuando son conscientes de que el lugar cerrará más temprano.
Esto significa que los usuarios tendrían únicamente dos horas para consumir; y en dos horas alcanzan a tomarse dos botellas por lo mucho, que es la venta fuerte de los antros; además los meseros no tendrían suficiente tiempo de ganarse a sus clientes y eso se vería reflejado en sus propinas.
Por otro lado, algunos empresarios de este giro se vieron obligados a reducir la plantilla de sus empleados porque la nómina les resulta elevada para los ingresos que están contemplando percibir con el nuevo horario, por lo que descansaron al menos a una tercera parte del personal.
“Sabemos que va a afectar porque la gente no llega temprano a los lugares y eso se verá reflejado en el consumo… Se vienen tiempos difíciles y si no reducimos nuestros gastos no lo vamos a lograr”, precisó la trabajadora de un antro en Querétaro.
Los entrevistados coincidieron en que la homologación de los horarios fue una medida extremista, pues además comentaron que los últimos atentados se presentaron antes de la 1 de la mañana, por lo que no le encuentran mucho sentido a que cierren a esa hora.