Escribe.- Fernando Roque
Al borde del abismo
tu voz de aguardiente-cascada sepultando al dolor,
mientras el crack y el alcohol
hacían fiesta en tu cadavérica envoltura;
fantasmagórica pin-up
apuñalando su frágil corazón al cantar,
exorcizando tus demonios al hacerles el amor,
sacrificada doncella en altar-escenario
a los dioses de la muerte y la adicción.
Bruja hipercósmica salida de una pesadilla beatnik,
sacerdotisa predilecta de la Joplin
-inmolada como ella por la vida-
asfixiada en un grito agónico de soul,
cargando una araña como pelo
( peluca paródica de pulpo ),
ceñida al cuerpo sangrante de la noche,
refugiada en el escudo del silencio
cuando los flashes te acribillaban
y te acu-chillaban los tabloides
atada a la tabla giratoria del escándalo.
Tu voz: filamento iluminado en vida sin luz
mientras el cuerpo se extinguía cual pavesa
en el oro de una vela.
Y solo dejaste estela de vicio, talento y soledad.