Bitácora 664.-
Escribe Roberto Jiménez Salinas.
El sincretismo religioso lo describe como el viejo sabio o “el abuelito de antes”, el padre de los Xitá,
Figura mítica cuyo espíritu vive en el Cerro del Zamorano a cuyo encuentro se va cada año. Los habitantes del mundo Otomí o Ñahñū del semidesierto queretano realizan anualmente una peregrinación para honrar su memoria.
El Xitá cobra vida en los festejos anuales de las Danzas de Conquista de Moros y Cristianos, se apropia mediante el uso de una máscara del alma de quién la porta y así se transforma, se pierde el miedo al mundo.
Hay que señalar que existen muchos rituales dedicados al Xitata, y que en algunos se ha ido deformando la verdadera intención de este personaje que surge en las fiestas tradicionales de las comunidades… en la zona de Pedro Escobedo, en San Antonio la D… inclusive existe un festival que tiene tradición, pero que de no cuidarse podría perderse ante la perversión que ya hay del significado.