Es cada vez más común que cuando platico del tema, la mayoría de las personas de inmediato me ponen en alerta para que no se me ocurra hacer un donativo, argumentando una serie de juicios derivados principalmente de su tremenda ignorancia en relación a temas fiscales (El pago de impuestos), filantrópicos (El amor a la humanidad) y mostrando una miserable sensibilidad social, (aaaahhh que fuerte estuvo eso… pero así es…). Resulta que aprovecharé este espacio para dar mi argumentación fundada en una investigación seria (aparte de lo que dicte mi corazón) y por supuesto será a favor de todas las causas altruistas habidas y por haber, … “que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha…”
Imagine por un momento que usted se vuelve adalid de la filantropía y decide pararse en un centro comercial (Wal-Mart, Aurrera, Chedraui, el que usted elija) a solicitar a las personas que acuden a comprar, que le regalen una moneda para una causa verdaderamente noble, “Dar abrigo para este invierno a los niños menos favorecidos de la Sierra Queretana”, le anticipo (a parte de las muy feas caras que le van a hacer) que para que recaude en un día más o menos $1,000 (un mil pesos 00/100), tendrá que asistir a la recolección del dinero en un horario de 8:00 a 22:00 hrs., llevar su propio alimento, agua y costales para juntar todas las monedas que le den, una vez terminada la ardua labor, tendrá que irse a su casa cargando su tesoro y al llegar ponerse a contarlo para determinar el monto de lo recaudado, al otro día llevarlo a la institución benéfica de su preferencia, entregarlo y sentirse un ciudadano que realizó una loable y bondadosa acción… ufff qué cansado ¿no?… y sin ganar un solo peso, por el contrario poniendo de su bolsa sus pasajes, comida y su preciado tiempo de 14 horas (amén de no tener tiempo ni siquiera para comer). Bueno pues eso es justamente lo que hacen los centros comerciales al solicitarle su aportación al redondeo, solo que ellos aprovechan la tecnología, personal e instalaciones que poseen, claro que lo deducen de sus impuestos pero… ¿cuánto es el monto?, ¿qué trabajo y recursos ameritó recaudar lo donado?… no cree que es justo que por esa actividad, puedan deducir el donativo?… se lo dejo para que lo reflexione.
El Teletón nació en 1997 a propuesta de Televisa (sí leyó bien TELEVISA y mire que no es de mi agrado), mediante una institución de asistencia privada (I.A.P.), llamada Fundación Teletón (legalmente constituida), en principio movidos por una “moda” en todo el mundo para la creación de este tipo de empresas altruistas. Derivado del impresionante éxito se convierte en todo un acontecimiento social que se ha repetido ininterrumpidamente hasta la fecha, contando actualmente con más de 20 centros a lo largo y ancho del país.
Ahora lo podemos ver también como una respuesta a la ineficiencia de los diferentes niveles de gobierno de ofrecer centros de rehabilitación para personas con capacidades diferentes y que con el transcurso del tiempo se ha diversificado a otras áreas de la salud (Cáncer, Centros Autistas, universidad). En este caso efectivamente Televisa y las grandes empresas que patrocinan el evento deducen sus donativos, la aportación de Televisa es en especie, más de 30 horas de transmisión en vivo (en su canal de mayor audiencia) , a México y parte del mundo, utilizando la tecnología, personal, artistas e infraestructura que caracteriza a esta organización, adicional a la cobertura que le dan al evento más de 600 medios de comunicación nacionales y extranjeros…, le vuelvo a preguntar, no cree que es justo que por esa labor, ¿puedan deducir el donativo?, ¿qué pecado hay en ello?, ¿se ha preguntado en todos estos años a cuántos seres humanos les han cambiado la vida?… le aseguro que hoy por hoy se cuentan en miles, si no es que millones.
Seguramente estará pensando que soy palero de los “muertos de hambre capitalistas” que lucran con la lástima ajena, y que seguramente me dieron una mochada, pero déjeme decirle rotundamente que NO, soy un hombre libre, (leído y escribido), el hecho de que algunas personas con muy malas intenciones denuestan (Ahora los morenos lo apoyan porque el chimulpejelocovich lo ha declarado “asunto de todos” pero antes lo odiaban) esta hermosísima labor (yo gracias a Dios no la he utilizado pero conozco casos de primera mano entre familiares y amigos que hablan maravillas de los centros), simplemente no se vale, me atrevo a decir que son de esas pocas cosas buenas que hacemos bien los mexicanos, y voy a terminar con una frase que me encanta “nadie es tan pobre que no tenga nada para dar, ni tan rico como para no recibir”, así que lo conmino a donar para ésta y todas las causas filantrópicas que las personas vayan generando, recordemos que una sociedad que no se organiza y espera todo del gobierno está condenada al fracaso.
- en A. Martín Agustín Roldán Ayala
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