(Biografía de una mata de Café)
Escribe:- Edilzar Castillo. [email protected]
Con esperanza en el corazón, se abre la tierra, se pide permiso de ingresar hasta sus entrañas para depositar la semilla de fe, ilusión, para que germine la luz de vida y alumbre el camino; brota el hilo verde quien saluda al mundo, abrazado a sus hermanas, en almácigo de mariposas, para crecer sólidas, tal vez presienten, pronto serán trasplantadas, separadas, vivirán independientes, rodeadas de cuidados y cariños de manos callosas, ásperas, las cuales le dan suavidad.
Así es su niñez bajo la sombra del chalún, aquel árbol fiel que le cobija y cuida.
Al paso de la vida, crece fortalecido, generoso y en sus ojos brillantes, se derraman esas ansias de luz.
En la fe, sueñan hombre y planta, luchan en simbiosis perfecta, él, la riega con sudor y esperanza, ella altiva responde por fin con su sonrisa blanca (en un festín de néctar perfumado).
Cuál crisálida transforma su manto de algodón en un enjambre de frutos esmeraldas y el sol en su complicidad los torna escarlatas, así vestido de rojo sonríes y agradeces; ya es la hora.
Con manos cuidadosas habrás de ser acariciado, arrancado del origen (tapiscado) fuente de vida, tu camino prosigue, la piel es desnudada, despulpada, desvisten tu falda roja, aflora tu corazón cual grano de oro, nuevamente al sol mostrado, el calor fortalece, consolida la esencia de tu valor.
En medidas de Kintal, te vas del hogar para recorrer el mundo y vivir así en otros hogares, en otras mesas de distintos paladares, agua y semilla serán instrumento de poéticas inspiraciones, privadas alegrías, sanador de tristezas, consuelo de solitarios o testigo de romances o frágiles descalabros, compañero de nostalgias y calígrafo en citas de negocios hasta tutor de tardos estudiantes. El destino del café se consumará en cada taza humeante de café endulzado, espumosa, olorosa, obsequia su sabor inigualable, hace del paladar las delicias, fuente de sueños, ignora que nació en Siltepec.