#Bitácoramultimedios 646.-
México ha entrado en una fase histórica en la que el Constituyente Permanente está llamado a garantizar un sistema de justicia para las y los ciudadanos…Un sistema de justicia moderno en el que se encuentre garantizado plenamente el respeto a los derechos humanos consagrados en la Constitución.
La reforma que estamos discutiendo, es fruto del diálogo entre Poderes y de un esfuerzo de dos años por impulsar cambios que verdaderamente fortalezcan la justicia federal, en beneficio de los justiciables y de nuestra democracia.
Está construida a partir de un profundo acto de respeto a la división de Poderes y a la independencia judicial, en donde el gran reto es lograr que la justicia sea el pilar de la democracia sustantiva, partiendo de reconocer que hoy el acceso a la justicia es un gran anhelo para las y los mexicanos.
Garantizar el respeto a la Constitución es la principal obligación de quienes ejercemos responsabilidades públicas, ese es también el compromiso que tenemos con las y los ciudadanos, adoptando las decisiones que sean necesarias para fortalecer nuestro marco de convivencia.
La ley es una frontera infranqueable y es importante reiterar que en un Estado de Derecho, los jueces y tribunales solo se encuentran sometidos a lo dispuesto por la Constitución y las leyes, y que en esa misma independencia los ciudadanos tienen la mejor garantía del respeto irrestricto a sus derechos.
Las modificaciones buscan elevar la calidad de la impartición de justicia federal, a través de mayores herramientas al Consejo de la Judicatura Federal para combatir la corrupción y el nepotismo y reorientar las competencias de los órganos judiciales.
Una de las principales finalidades de esta reforma, es fortalecer el rol de la Suprema Corte como Tribunal constitucional, para que pueda interpretar entonces y defender con más fuerza y con más eficacia, los derechos y las instituciones que nuestra Constitución establece.