Cuando usted recibe su quincena, seguramente abre su aplicación y revisa sus compromisos de pago, unos fijos y otros variables, los fijos son la luz, el agua, la renta y el gas; los variables son el transporte, la tarjeta de crédito, etc. y toma decisiones de pago, a la quincena siguiente salda lo que dejó pendiente y así va distribuyendo su ingreso en los compromisos que tiene.
Manejar sus finanzas personales es un ejercicio de lógica, usted paga lo que le “cuesta” más ¿qué cuesta más? Aquello que tenga una penalización de tasa de interés, eso ya lo he explicado antes. Además, seguramente destina una parte de sus ingresos para “invertir” en lo que produce más dinero, gastos de gasolina para ir al trabajo, gastos de capacitación y quizás ropa para hacer sus labores.
¿Pues bien, si esto es lo que lógicamente hace usted, para manejar sus finanzas personales; por qué el Gobierno no haría algo parecido con las Finanzas Públicas?
El uso de los ingresos es en parte exitoso si se hace con lógica y el primer paso es no gastar más de lo que gana, porque lógicamente, ese excedente es deuda, y en el caso de las personas se piden préstamos al compadre, amigos o la propia tarjeta de crédito que brindan el excedente de gasto, en el caso del gobierno la cosa no es muy distinta.
Cuando el gobierno necesita dinero, ofrece certificados de la tesorería mejor conocidos como CETES, esto es que usted le presta dinero al Gobierno y éste le dice, desde un inicio, cuánto le va a pagar por concepto de intereses, de modo que al final del periodo usted recibe esa cantidad con todo y réditos.
El Gobierno debe hacer tres cosas: un buen presupuesto, un buen uso y una buena proyección de los eventos por venir.
La semana pasada se entregó al congreso para su aprobación, el presupuesto de ingresos y egresos del 2023 y a los analistas nos sorprenden varios aspectos que iré tratando en las subsecuentes entregas, pero que en un breve resumen este presupuesto no cumple con una buena proyección, se incrementa la proyección de crecimiento al 3% cuando los especialistas más optimistas consideran que dicho indicador andará por el 1.5%, es decir que la SHCP considera el doble (!) No hay razones para suponer eso, debido a que la inflación es un tema importado y siguen en ascenso y las señales de actividad económica de Estados Unidos y del mundo llevan una tendencia a la recesión.
Tampoco cumple con el criterio de hacer buen uso, porque se sigue privilegiando las obras emblemáticas, dinero hacia el ejército y el gasto social, que no tiene retorno; cuando deberían haber ahorros y recortes que si no se hacen ahorita desde la propuesta, a mediados del 2023 sólo habrá dos opciones: o se recorta a mediados de año o se endeuda el Gobierno –y nosotros- para cumplir con el objetivo planteado desde hoy.
Hacer un presupuesto familiar, usted lo sabe es un tema de lógica: Cuánto ingresa y cuánto puede gastar; eso mismo debería hacer mínimamente el Gobierno para garantizar la correcta administración del dinero que recauda de nosotros, pero al estar en un año electoral adelantado, la tentación de gastar –y hacerlo mal- es muy alta.
En las siguientes entregas revisaremos más rubros e indicadores de lo que esperamos del presupuesto, pero le adelanto: los analistas estamos viendo muchas fallas y errores, y las calificadoras también.
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Mario Alberto Metacoach
Twitter @mhmetacoach