El portal de la Empacadora, un ícono de San Juan del Río, sigue abandonado y en riesgo. Este inmueble histórico, con siete arcos y un largo pasado social, alguna vez fue escenario de suntuosos bailes y actividades de la tradicional feria local, además de formar parte del catálogo de monumentos del INAH. Hoy funciona como bodega y está parcialmente cerrado con malla ciclónica, con techos apuntalados, lo que representa un peligro estructural y obstaculiza la vía pública.
Las especulaciones sobre su futuro son muchas: algunos mencionan la posibilidad de convertirlo en un hotel de varias estrellas, mientras otros señalan pleitos entre socios que mantienen paralizado cualquier proyecto. La sociedad de inversionistas involucrada está compuesta por más de veinte personas, y la falta de acuerdo ha dejado al edificio en abandono, lo que genera mala imagen para la ciudad y sus visitantes.
El portal, también conocido como Portal de don Virginio, ha sido parte de diversos reportajes, pero hasta ahora no hay acciones concretas del municipio ni del INAH para su rescate. Se estima que más del 60% de su estructura presenta daños, y forma parte de los más de 70 edificios históricos de San Juan del Río que carecen de apoyo federal.
El abandono de la Empacadora refleja falta de voluntad política y de presupuesto, mientras que la comunidad y los visitantes esperan que pronto se tomen medidas que permitan preservar este patrimonio histórico, legado de generaciones y parte del centro de la ciudad declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.