Escribe:-Isaac Mejía Hernández
En pasados días se dieron a conocer dos Feminicidios cometidos en contra de Ingrid Escamilla y Fátima Cecilia. Ingrid, una joven de 25 años que murió a manos de su pareja sentimental, y que, además, las fotos de su cuerpo desfigurado fueron exhibidas en la portada de un diario que se distribuye a nivel nacional, y Fátima, una niña de 7 años que fue privada de su libertad el 11 de febrero y fue encontrada 5 días después sin vida. Cabe mencionar que los dos asesinatos se cometen en la Ciudad de México, entidad federativa gobernada por el partido del presidente de la República, en contextos diferentes, pero que causa el mismo dolor y hartazgo a todo el País.
Si bien, México siempre se ha caracterizado por la constante violencia contra la mujer ya sea política, social, económica, sexual o psicológica, entre otros tipos de agravios, y como resultado de esto, es el alza de feminicidios en los últimos 27 años. Este fenómeno de violencia física comienza su ascenso en México desde el año 1993 con el conocimiento de los asesinatos dolosos contra mujeres por cuestiones de género en Ciudad Juárez, Chihuahua y se internacionalizó con la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el 2009, mediante la sentencia “CAMPO ALGODONERO VS MÉXICO”, resolución que creó una conciencia en el ámbito nacional, tanto fue así, que se introdujo la figura del Feminicidio, el cual se encuentra tipificado en el artículo 126 Bis del Código Penal del Estado de Querétaro.
El Fiscal General presentó su intención en anular la figura jurídica de Feminicidio por la dificultad de comprobar los supuestos de este tipo penal, pero la “retipificación” de esta conducta antijurídica es una falta de respeto a la lucha de mujeres y hombres que buscan penas altas, pero bien merecidas para los feminicidas y sí, contrario a lo que dijo el presidente, toda la agenda pública tiene que tratarse de la inseguridad y del feminicidio.
Cifras oficiales revelaron que en el año 2019 se cometieron poco más de 3000 homicidios contra mujeres, de los cuales solo el 33% se consideraron como feminicidios, también que es uno de los primeros países de América en donde ser mujer es un peligro y que en los últimos 5 años este delito ha aumentado en un 137% y así nos podemos seguir con datos y cifras, pero aquí es donde nos damos cuenta que ésta situación queda fuera de todo tinte político y partidario, que las hoy occisas no son números ni estadísticas, eran madres, hijas, hermanas, amigas, mujeres con planes, metas y sueños, que ahora sus familias, conocidos y así como miles y miles de mexicanos exigimos justicia para ellas, porque cuando la ciudadanía calla, la impunidad triunfa y cuando el pueblo no reclama el Gobierno perdona.