Bitácora 679.-
*** Antes fue panteón, integrado al templo, llevó varios nombres el jardín, hasta que llegó a Plaza de los Fundadores
*** Se denominó Jardín Costo, y Porfirio Díaz, luego Jardín Madero y en el 1981 ya se convirtió en Fundadores.
A principio del siglo XX, el espacio que fue el cementerio dispuesto en el atrio localizado al poniente del templo de los Naturales, se convirtió en el Jardín Madero, nombrado así en honor a la reciente figura del antirreeleccionista Francisco I. Madero.
Pero este terreno guarda su propia historia. La construcción del templo de los Naturales, conocido después como del Sagrado Corazón de Jesús data del año 1731. El cementerio que estuvo en su atrio lo fue por muchos años, hasta que se dispuso por las Leyes de Reforma que no lo fuera más y es entonces que surgen los panteones 1 y 2 a las márgenes del río San Juan, inmediaciones del Puente de Piedra (Puente de la Historia).
Este terreno siguió siendo el atrio del templo. La ciudad, mientras tanto, tenía mayor auge debido a la llegada del ferrocarril en 1881, lo que provocó mucho movimiento por la hoy calle 5 de mayo y es que hubo entonces la necesidad de abrir una calle más directa desde la estación del tren hasta el centro de la ciudad, propiamente hasta la Calle Real (Av. Juárez). Es así como en el año 1917 se abre la Calzada Hidalgo, arteria que, desde la estación, conectaría con la entonces calle de Los Infantes (Hidalgo).
Esta calle se obligó a pasar por el frente de la portada del templo y hubo entonces que demoler su atrio y la barda que se ostentaba en esa parte y que comprendía a los dos templos principales. Así surgió la calle Hidalgo.
El jardín era un tanto rústico, típicamente pueblerino. Se aprovecharon los frondosos árboles que anteriormente formaban parte del atrio, se le dotó con una fuente de ornato hecha de cemento, simulando troncos en su rodete y también de un hermoso kiosko de forma octagonal, con postes tubulares y barandales de herrería de la época.
En aquel tiempo este jardín era muy atractivo para la gente; en el kiosko se presentaban audiciones musicales los domingos y días de fiesta, las parejas se recreaban dando vueltas al rededor del mismo.
La fisonomía que presenta actualmente lo que conocemos como la Plaza de los Fundadores, se debe a que en el año 1981, con motivo de los festejos por el 450 aniversario de la fundación de la ciudad, dispuso el gobierno municipal. En este cambio se le adicionó al kiosko un espacio en la parte baja, se marcaron callecillas, prados y banquetas; se retiró la fuente de agua y en su lugar se colocó una cruz de cantera en una glorieta, misma que recuerda el momento del fundo legal de aquella fundación española de San Juan del Río.
La fotografía del año 1926 y la vista es de sur a norte: la fuente de troncos en donde hoy está la cruz de cantera; el kiosko con una escalera diferente a la que hoy ostenta y también vemos postes de alumbrado con bombillas de esos llamados “dragones”.