Bitácora 686.-
Escribe: Fernando Roque
-¿ Todavía confías en la gente después de todo lo que has pasado ?
-Pagamos para ver sufrir porqué nos gusta sentirnos poderosos-Iván de la Torre.
Posibles spoilers. Que el dinero no es la vida, es tan solo vanidad, canta un viejo tango y lo demuestra esta serie, especie de loa a la ludopatía extrema, inspirada en “Batalla real”, cinta oriental dónde unos jovenazos tienen que pelear literalmente a muerte por salir con vida de una isla, película que a su vez copió una escritora gringa al concebir sus “Juegos del Hambre” en tres películas y catapultó a la fama a la bella Jennifer Lawrence. También se inspiró el creador Hwang Dong-Hruk en “Como Dios quiere”, “El cubo”,”Assesination classroom” y en la serie “Alice in Borderland” que también acusan de plagio a esta serie coreana, de la que todos hablan y ha sido un éxito mundial. Apoyándose en la avaricia y las deudas de los pobres una parvada de millonarios ociosos deciden apostar a un solo ganador el único premio incrementado, dónde los no ganadores son eliminados, literalmente. Usando juegos infantiles coreanos (en México serían Los Quemados, doña Blanca, el Burro Castigado, los Encantados, el trompo et al). Emocionante y conmovedora, (sobre todo en el capítulo de las canicas) representa una crítica al capitalismo feroz que ha concentrado la riqueza en pocas manos, desprotegiendo a la mayoría de la población, y por otro lado nos muestra actos de solidaridad y bondad, conociendo al ser humano en toda su grandeza y miseria. En estos juegos participan 456 jugadores en una especie de carrera de ratas en esta serie que tiene algunos errores en los números de los jugadores , en un tráfico clandestino de órganos a pesar de la exagerada vigilancia y como se les cuela fácilmente un polizón. Usando tipos humanos: el gandalla, la loca vengativa, la enojona, el anciano bondadoso y el ingenuo entre otros, esta serie es de lo mejor que hemos visto y está dando pie a memes, y posiblemente a juguetes (como la muñecota asesina), parodias (esas cachetadas guajoloteras en el metro). No se recomienda que la vean niños por su violencia y sangre, aunque esto lo vemos en los noticieros todo el tiempo, desgraciadamente.