Por Mario Alberto Hernández
De acuerdo con el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2024 emitido por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Querétaro es el sexto estado más competitivo del país (en 2023 aún era el tercero).
El IMCO realiza el Índice de Competitividad Urbana (ICU) que analiza 363 municipios que conforman 73 ciudades[1].
La economía de Querétaro es dinámica y competitiva, con un crecimiento económico superior al promedio nacional. En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) nominal de Querétaro fue de 765,387 millones de pesos.
La economía del Estado se fortalece por el sector industrial que es el más importante seguido del sector terciario, Querétaro es un centro de desarrollo industrial y tecnológico además de que es un destino turístico importante; en 2024, Querétaro recibió 7.5 millones de turistas, lo que lo posiciona como un destino turístico destacado sin playa. Entre enero y noviembre de 2024, Querétaro recibió 163 mil 941 pasajeros internacionales, lo que lo ubica en el décimo lugar a nivel nacional[2].
Hay que destacar que en el terreno de las exportaciones los productos queretanos tienen tres grandes destinos: Estados Unidos, Canadá y Panamá.
En 2023, las actividades primarias participaron en el PIB con 2.5%, las secundarias con 41.0%, y las terciarias con 49.7%.
Para el tercer trimestre de 2024, la actividad económica de Querétaro creció 2.4% en comparación anual si bien en 2023, Querétaro exportó aproximadamente 70% de sus bienes a Estados Unidos y Canadá, lo que equivale a unos 12,000 millones de dólares. En el primer trimestre de 2024, las exportaciones de Querétaro a Estados Unidos sumaron 4,493.6 millones de dólares y se espera que para el primer trimestre de 2025 el crecimiento fuera del 1.07% para que al final del año sume 4.3% que es lo que personalmente estimo.
Principalmente como producto de la industria manufacturera enfocada en la fabricación de equipo de transporte, vehículos de motor; piezas y accesorios; y camiones de entrega.
Destacan además de partes y accesorios de vehículos, equipos de refrigeración, turbinas de gas, hierro y acero, turbojets, turbopropulsores, tableros, consolas y otras bases para el control o distribución de electricidad; refrigeradores, congeladores y otros equipos de refrigeración o congelación.
Si el Sr. Trump hace efectivo el aumento de aranceles, podemos decir que la afectación del 4.7% del PIB que el IMCO[3] prevé que suceda buena parte afectará al Estado, porque un aumento del costo de importación (visto desde dentro de los Estados Unidos) se trasladará al comprador estadounidense y éste al consumidor final, creando un impacto en la inflación interna; que provocará que los productores norteamericanos busquen opciones más baratas en el mundo en el mediano plazo (de hecho la lógica indicaría que para tomar decisiones en el corto y mediano plazo, ya deberían estar haciendo negociaciones hoy).
Para los productores queretanos y las empresas instaladas en el estado, la situación podría pasar de grave a aniquiladora de un sector boyante y que genera a enero de éste año según datos del INEGI 197,331 empleos formales, nivel importante que podría caer dramáticamente en el muy corto plazo.
Escribo esta nota un día antes del fatídico 4 de marzo, la amenaza de los aranceles sigue, aunque se ha modificado el discurso y cabe la posibilidad de que se aplique a tasas que podrían iniciar por debajo del 25%, propuesto inicialmente por Trump, hasta alcanzar dicho nivel en los meses subsecuentes.
Veremos que sucede y cómo le hace frente el Gobierno Estatal y Federal, a este reto emergente.
[1] Fuente: Índice Estatal de competitividad 2024 del IMCO.
[2] Fuente: Secretaria de Turismo, Gobierno de México.
[3] Fuente: “El impacto potencial de los aranceles al acero y aluminio”, IMCO en www.imco.org.mx