Joaquín Antonio Quiroz Carranza
El Ahuehuete
De acuerdo con el INEGI cada mexicano en promedio gasta al año $38,624 pesos en bebidas alcohólicas, cigarros y botanas, en refrescos gasta $3,200 y en agua embotellada $2,700, en total eroga $44,524 pesos anuales en mercancías que no le causan ningún bien, por el contrario el consumo recurrente de las mercancías mencionadas le provocan alguna o varias de las siguientes enfermedades: Bronquitis crónica, diabetes, obesidad, enfisema pulmonar, cáncer de pulmón, boca o esófago, hipertensión arterial, enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio), accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias), úlcera gastrointestinal, gastritis crónica, enfermedad del hígado y problemas digestivos, problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar, problemas de salud mental, como depresión y ansiedad, problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Como se puede apreciar, el gasto mencionado representa el consumo de mercancías que enferman y matan, causando en ese proceso gran dolor y sufrimiento. Pero es importante destacar que si bien es cierto que la libertad incluye la libre elección de los bienes de consumo que el individuo desee y pueda adquirir, es necesario que los consumidores reconozcan que el dolor, el sufrimiento, el gasto en tratamientos médicos a causa de las enfermedades adquiridas por el consumo de ese tipo de mercancías, también es una elección consciente o inconsciente, pero a fin de cuentas una elección.
El mercado exhibe, publicita, engaña, es cierto, pero la decisión de consumir y enfermarse es individual. Y a pesar de ello el estado de Bienestar considera necesario socorrer en la medida de las posibilidades al individuo enfermo, es un acto de solidaridad social, pero es importante demostrarle al individuo enfermo por su decisión e irresponsabilidad, que su dolor, sufrimiento y escasez económica derivadas de las enfermedades causadas por el consumo de bebidas alcohólicas, refrescos, agua embotellada, cigarros y botanas es de su responsabilidad.
Eliminar por decisión propia el consumo de bebidas alcohólicas, refrescos y agua embotellada, cigarros y botanas es un acto de gran sabiduría que mejora significativamente la salud y evita el gasto de $44,524 pesos anuales por persona. Si en una familia promedio de 5 integrantes, el consumo de las mercancías mencionadas fuera el promedio nacional, al año habrán gastado $222,620 pesos, cantidad que ahorrada durante 5 años, le permitiría a la familia promedio adquirir una vivienda modesta de $1,113,100. Y sobre todo no padecer ninguna de las enfermedades señaladas ni gastar en tratamientos médicos o en medicinas, estudios, cirugías y toda esa parafernalia del monopolio médico-farmacéutico.