Por Raúl Rosillo Garfias
San Juan del Río, Qro.- Lleno de historias, de leyendas y enriquecido con el esfuerzos y la búsqueda permanente de nuevas aventuras en toda su extensión territorial, propiedad de dos ejidos el San Juan y el Rosario, el Cerro de la Venta, se ha convertido desde hace centurias en una de las elevaciones más importantes de Querétaro y sobre todo de este municipio. Algunos dicen que los rebeldes a la llegada de los españoles, ocuparon la cima y algunos de estos lugares del Cerro de la Venta para esconder sus tesoros, la trascendencia de estas leyendas urbanas, ha llevado a algunos aventureros a hacer estaciones de consideración… quienes han caminado y recorrido el Cerro de por diferentes rutas y a campo traviesa, se pueden dar cuenta de que hay especie de norias, en donde se ha buscado queriendo encontrar, el tesoro que dicen el cerro esconde. Algunos señalan que el tesoro se oculta en la cima del cerro, otros que en sus faldas y algunos más aseguran que en las cuevas, que por cierto quienes las conocen saben que no son profundas, que es ahí en donde se oculta parte de esos tesoros… pero los aventureros han llevado aparatos, han hecho excursiones de búsqueda y lo más que han encontrado, son latas y llaves y algunos otros fierros, pero oro para nada. Hay quienes han intentado cambiarle el nombre de Cerro de la Venta por el de las Cruces, otros han intentado que sea el icono representativo de San Juan del Rio emulando a Monterrey, con el Cerro de la Silla… la verdad es que San Juan del Rio, tiene su identificador y este ha trascendido a la historia, como ha trascendido el Cerro de la Venta, que toma su nombre de su cercanía con la ex hacienda de La Venta, y que nace gracias al tránsito comercial que genera en otros tiempos la Ruta de la Plata… y el impacto que le genera a la zona el Camino de Tierra Adentro… que luego se convertiría en el Camino Nacional o en el Camino Real y que luego sería la Carretera Panamericana… por mencionar algunos referentes. Su vegetación de tepehuajes, de palo bobo, o cacahuazontles, mezquites, uña de gato, garambullos, cardones y nopales, maguey, órganos y biznagas, de las que poco o nada queda, han sido arrasados una y otra vez por el fuego irresponsable que generan los seres humanos… y que ha propiciado que los grupos ecologistas soliciten que se convierta en zona natural protegida… hoy es refugio de atletas, senderistas, ciclistas de montaña y amantes de observar en tiempos de cielo limpio el crecimiento de San Juan del Rio ciudad…El Cerro de la Venta sigue fortaleciendo sus leyendas y sus enigmas…