*** No hay fertilizantes baratos, no hay Financiera Rural, ni precios de garantía, el campo muere.
*** La esperanza de los hombres del campo, está cada vez más desgastada y al borde de desaparecer.
Por Raúl Rosillo Garfias
Las exigencias del campo deprimido hoy como nunca, no matan la esperanza de los hombres del campo de los campesinos y de los productores, pero estos si elevan la voz, y exigen a quienes quieren representarlos en el Congreso de la Unión, tanto en la cámara alta como en la cámara baja, a que trabajen, gestiones y se manifiesten porque regresen instituciones de apoyo para el desarrollo del campo.
Cuando se particulariza, respeto a las solicitudes de los hombres del campo, estos dicen, requerimos de financiamiento, y se nos quitó la Financiera Rural, se nos cerró el banco de fertilizantes, se ha quitado el seguro catastrófico y no hay precios de garantía, para lo poco que se logra cosecha tenga valor para mantener a las familias que han invertido su dinero, su esfuerzo y parte de su vida en estas actividades que llegan a la mesa convertidas en alimentos.
Los reclamos llegan a las expresiones de que hoy el campo en todas sus facetas, vive una de las peores crisis a las que se ha enfrentado, primero por la sequía y luego por las consecuencias que acarrea, el hecho de negarle cualquier mínimo apoyo para salir adelante.
Estos escenarios catastróficos, no hay matado la esperanza de los hombres y las mujeres que se han dedicado toda su vida a arrancarle los frutos a la tierra, pero el campo además se ha envejecido, los jóvenes ante el panorama que vive el campo, prefieren trabajar ocho horas bajo un techo en una fábrica mal pagados y explotados, antes que enfrentar el dolor de no recuperar ni su inversión.