Por Raúl Rosillo Garfias
Un asunto que se ha convertido desde hace algunas décadas en político y que ha decantado en triunfos y derrotas para el PRI y para el PAN, vuelve a la palestra… y lo hace porque a últimas fechas, el Transporte Público de pasajeros, ha propiciado diversos accidentes y entre ellos el atropellamiento de personas, que se convierten en homicidios imprudenciales, pero que no dejan de ser sancionados por la sociedad.
El Instituto Queretano del Transporte, se conforma con anunciar que se les retira la concesión sean de particulares o de alguna central obrera, o de alguna compañía que ha logrado aglutinar a decenas y hasta cientos de concesiones… tal vez este Instituto que comanda el licenciado López Franco… no debía conformarse con retirarles la concesión… tal vez el estudio debiera ir mucho más allá… ¿quién maneja esas unidades?, ¿qué instrucciones tiene de sus patronos?… ¿cómo están sus tiempos?… ¿cuál es el perfil psicológico?, ¿cuál es el trabajo que debe hacerse con ellos?… preguntas sin respuesta que están ahí…
Concretamente en Querétaro se ha dicho que comenten atropellos, en San Juan del Río han atropellado a mujeres que cruzan a la calle y con resultados fatales… llevando el luto a familias que tal vez esperaban el regreso de sus seres queridos…
El transporte público es regulado por el gobierno estatal, y este comprende taxis, autobuses, trolebuses, taxivanes y también los suburbanos… no se sabe a ciencia cierta si de verdad se enteran del estrés que sufren los choferes del transporte público, de los problemas de movilidad que se tienen en las ciudades, en donde la planeación es nula… en donde las vialidades se han congestionado, porque no se les hace infraestructura suficiente… porque se piensa en el presente y no en el futuro… porque el ahí se va, el me vale y el que se las arreglen, sigue siendo parte del lenguaje de los gobernantes y de los funcionarios… y tenemos una sociedad inconforme pero callada… dispuesta a seguir soportando la violencia pacifica… pero ¿hasta cuándo?… aguas con esa sociedad porque su respuesta puede ser violenta y virulenta… se incuba y crece… y es el resultado también que se manifiesta en los procesos electorales… hay quienes no volverán a salir a votar… lo escuchamos a diario en la calle…