Por Claudio Osornio
El balance inicial, no es nada alentador y ellos lo saben.
Apatía, desanimo e indiferencia, son algunas de las reacciones que han tenido los ciudadanos, ante el arranque oficial de las campañas federales en Querétaro. Los diferentes candidatos al Senado de República y al Congreso de la Unión así lo han reconocido, e incluso algunos de ellos han dado acuse de recibo.
Mauricio Kuri, Guadalupe Murguía, Gilberto Herrera, Celia Maya, Ernesto Luque y Ana Berta Silva, todos ellos aspirantes al Senado de la República, palparon ya el ambiente que priva en los principales municipios del estado. El balance inicial, no es nada alentador y ellos lo saben.
Ante tal expectativa en San Juan del Río, los panistas Kuri y Murguía, comenzaron “con bajo perfil”, mientras que el priista Ernesto Luque, se aventó -sin pudor- su primer evento masivo en el CECUCO. La estrategia de MORENA y Gilberto Herrera es más simple y quizás también más efectiva: “voto por voto, casa por casa”.
El encuentro de Kuri con representantes de medios de comunicación, en ésta ciudad, sólo fue la antesala del verdadero interés electoral. El ex dirigente de la COPARMEX buscaba reunirse con integrantes de la CANACO, para alcanzar acuerdos. Parece que le fue bien en esa tarea.
Sin embargo, no podemos ocular que la llamada “conferencia de prensa” no pasó desapercibida por las estridentes declaraciones que realizó el candidato panista y que ya fueron objeto de análisis en éste espacio periodístico.
En el caso de Gilberto Herrera, desde su arranque oficial ha destinado la mayor de su tiempo para alcanzar los rincones más alejados del Estado, principalmente ubicados en la zona gorda queretana. De dichas visitas se tiene ya registros de videos “muy emotivos” pero que traducidos a votos pueden resultar “verdaderos petardos”.
De hecho la suspensión de las redes sociales, que denunció esta semana el ex rector junto con el dirigente estatal de MORENA y una aparente “victimización del hecho” al igual podrían cobrarle factura en la percepción ciudadana.
Y es que parece que los asesores de Gilberto Herrera, desconocen que miles de usuarios de Facebook, han corrido con la misma suerte y no se trata más que de un control interno de la red social. No tiene nada que ver con el contenido de los materiales que comparte.
No obstante en San Juan del Río, el ex rector ha comenzado a realizar un proselitismo efectivo, en colonias populares y comunidades rurales, el cual a pesar de que en “apariencia” puede ser lento, termina por alcanzar a varias capas sociales.