Por Raúl Rosillo Garfias
Se acaba 2018, los saldos no para todos son positivos, ni siquiera para el gobierno que apenas inicia, que lucha contra corriente, y que como tal tendrá que enfrentar descalabros muy serios en su mal llamada cuarta transformación, difícil de darse sin provocar una inercia diferente de hacer las cosas… y lo que está sucediendo es el más rancio y agrio centralismo en la toma de decisiones, con un meta presidencialismo, que lo que no le favorece no es democrático… y lo que le cuadra es sumamente de avanzada…si antes como ahora las mentes obtusas, siguen pensando que el populismo es la solución… habrá que decirles que precisamente el “populismo” en su más clara expresión no tiene partido ni tampoco tendencia… se encuentra en la derecha, en la izquierda… ni de centro… es cuando se conjuga el hartazgo de los ciudadanos, el abandono de causas de los partidos políticos, con la insensibilidad del gobierno… y llegan los jilgueros que recogen el malestar, lo traducen promesas.
Ojala esto no esté sucediendo en México, nadie apuesta que le vaya mal al Presidente, para que le vaya bien a alguien en particular… si las políticas públicas expresadas por el ejecutivo federal dan resultados, sin duda que el equilibrio regresará… el cambio de régimen no es sólo discursivo… tiene que aterrizar… y para eso hay que esperar mucho tiempo para que germine y para que se dé el cambio… nada es magia en política… los cambios de los que habla el actual presidente, son de transformación cultural, de una sociedad que viene en una dinámica diferente… pero todo indica que la división de poderes, el federalismo, las autonomías que están plasmadas en los documentos rectores de la vida de este país, sufrirán tantas modificaciones como el nuevo gobierno y el propio presidente legislador requiera para imponerse…
La política ya no es el diálogo la discusión y los acuerdos, ahora es la imposición y el pasar por encima, porque el que manda ya no vive en los pinos sino en el Palacio Nacional…desde donde se centraliza todo…la nueva realidad es esa…y la expectativa no es nada buena… lo dicen los que saben y el desencanto llegó antes de los previsto… al tiempo…positivo, sólo con resultados…
El Callejón del Coyote
