Los tiempos políticos nunca pasan de moda, lo que cambia son las personas. Las promesas no se renuevan, la culpa a los que dejan el cargo son recurrentes, más ahora que ante la ineficiencia y la incapacidad para gobernar, siempre tendrán la culpa los neoliberales y los conservadores… pero la gente de la izquierda, siempre será inconforme en tanto no se alinee con la derecha… cuando eso empieza a suceder, quieren la razón, quieren la gloria y quieren reescribir la historia… sin darse cuenta que la gente los ha seguido, los ha visto, los ha escuchado y ya se cansó… por eso no acuden a las urnas, por esa razón ahora la Generación Z tiene que dar el paso definitivo, para que este país cambie de rumbo y definitivamente se convierta en lo que puede ser… una potencia…
Las generaciones han ido y venido, los términos como entreveramiento generacional, la igualdad de géneros, las cuotas para jóvenes, para mujeres, para discapacitados, para indígenas o representantes de pueblos originarios, todas ya se las saben todos, todo está ahí. Parece que hoy a los dirigentes de los partidos se les ha acabado definitivamente la capacidad de ser creativos, innovadores o revolucionarios, como dicen algunos… la realidad no peca, pero bien que incomoda, sobre todo cuando tiene cargas de verdad absoluta…
Todos han abandonado a la gran masa, todos le quedan a deber a los electores en cualquier rincón del país… y aun así, con o sin vergüenza, salen a hacer promesas de cambio… Cambien desde adentro, limpien la casa, salgan con el buen deseo de servir, que eso sea un honor y no una obligación por un sueldo o por lo que deja cada cargo o trae como añadidura… que empiece a ser un error estar en el presupuesto para que se gane credibilidad… y alguien tiene que empezar a romper la regla… digo yo…
