Por Raúl Rosillo Garfias
Los que conocen y saben que el tiempo es eterno, dicen que… cada instante puede modificar el futuro… pues esa percepción que siempre está unida a la esperanza, es el minuto que no se ha vivido y que se espera vivir… Aun en este momento en el que el dinero vale más que el ser humano… y aunque no estamos en Guanajuato, hoy la vida no vale nada, diría mi compadre José Alfredo Jiménez, en sus diferentes maneras de interpretar la vida de los habitantes de este país y del universo… hemos perdido la oportunidad de ser verdaderamente seres humanos con raciocinio para favorecernos unos a otros… hoy en la política, en el trabajo, en la empresa, la competencia es material, no por doctrina y no por filosofía, es por tener más y más… y entonces Facundo Cabral dice de esta tendencia que: El deseo es el principio del Conflicto…por eso dice, hay que desear poco para que lo poco se desea, sea poco lo que se desea… y aunque parece un juego vano de palabras, la verdad es que es ahí en donde está el secreto del valor de la humanidad…
Es claro que hay que regresar a los valores, que hoy cuando viene de nuevo la competencia política, o de hecho esta ya está en la mesa, siempre hay que pensar en los mejores, y si no hay mejores, entonces en los menos malos, la sociedad reclama reorientarse, reclama nuevas formas de hacer las cosas, nuevas maneras de crear políticas públicas para que la sociedad viva mejor que ese es uno de los deseos que siempre ha conducido a los gremios desde la familia,… la llamada célula de la sociedad, por eso la aspiración de las cabezas de familia, siempre era que todos aprendieran a trabajar y que aportaran…esa era unidad, había respeto, había lealtad y había identidad…eso era lo que se defendía y trascendió a la calle, a la colonia, a la escuela y luego al municipio, al estado y al país… pero ahora se ha visto reducido a casi nada, pues se defienden intereses de grupos y de unos cuantos… la solidaridad solo es discurso y este sin esperanza… es cuanto…