Por Raúl Rosillo Garfias
Los estudiosos de la conducta humana, señalan categóricamente Paul Huster, que… Nada dura, ni siquiera los pensamientos dentro de cada quien, y apunta que no hay que perder el tiempo buscándolos… una vez que una cosa se ha ido, es el final…y bueno en Tequisquiapan, estaba el callejón de Pelos en donde las señoras salían a lavar sus ropajes y tendían en las jaras, los huinches o los arbustos que estaban a la vera de este canal, que permitía entonces que la Pila que también tenía un manantial en su interior permaneciera como la alberca del pueblo, en donde muchos aprendieron a nadar y por eso se les daba el mote de bagres.
Siempre he dicho que no hay reportero sin suerte, y la verdad así es… una mañana de estas que hubo la necesidad de ir a Tequisquiapan y a atender una cita de trabajo… cuando esta no se da, queda un poco desangelado el reportero y viene rumiando… pero entonces algo se presenta a la vista… y encontramos otros lavaderos, pero estos están abandonados, en desuso y sobre todo sucios malolientes y sirven para todo menos para lo que fueron construidos… y Tequisquiapan es un pueblo Mágico…o cuando menos así lo presentan…
Ahí antes de llegar a Quinta Lilibeth, en un estrecho callejón que es una calle de doble sentido y que da al puente que era conocido como el Puente de Fierro… porque Tequisquiapan también tenía su puente de ese nombre sobre el Río San Juan… estos lavaderos llamaron la atención del reportero y entonces como no hay a quien preguntarle, el cronista se siente hecho a mano y dice que a él no hay quien lo cuestione, porque es la historia… si Jesús Landaverde Chávez… entonces lo dejamos en incógnita y sin duda pronto tendremos respuesta.
Ahí están estos lavaderos que no son ni siquiera históricos, y bueno el espacio es una bajada hasta llegar al lecho del río, entonces son públicos y como tales, debieran estar cuidados y tal vez arreglados para que luzcan… también podrían ser un atractivo…. eso decimos los de fuera, los que vemos la oportunidad… quien sabe cual sea el pienso de la autoridad…