Bitácora 688.-
Por Raúl Rosillo Garfias.
La verdad es visible y presente… no gana las elecciones quien más tiene que ofrecer al pueblo, sino quien mejor lo manipula… y esas son máximas que ahora se ponen de manifiesto en los estudiosos de la Ciencia Política, que analiza y estudia a la sociedad actual… quienes entienden y saben que la democracia y más si es perfecta solo puede darse en una ciudad de ángeles y no entre los humanos, que tienen sentimientos, que guardan rencores y sobre todo que se traicionan unos a otros.
La democracia de este tiempo, se vincula en todo momento, a todas horas y en cada espacio con lo mediático, a tal grado que hoy los estudiosos señalan que los periódicos y los cuadernos, dejaron de ser exclusivos de la sociología y la economía, pasando a ocuparse de manera inmediata en la psicología y desde luego en la neurología y en la neurociencia, y ahora se habla inclusive de la inteligencia artificial y también en el neurolenguaje.
Así el debate ya brincó el ámbito del parlamento y se ha estacionado en cada uno de los sectores de la población, hay que esperar el momento en que este se vincule con los grandes temas sociales, para que se convierta en un intercambio de ideas riquísimo entre la sociedad y el gobierno… el paso está dado… solo hay que esperar que se tienen los puentes para alcanzar el efecto de intercomunicación que se requiere… y con ello la educación que reclama la sociedad para tomar sus propias decisiones, dejando a un lado los caprichos de quienes gobiernan, en el quehacer de las obras o los servicios más elementales.
Si el término democracia, es una moda solo para la elección o se considera solo como la organización de la sociedad para elegir libremente a sus gobernantes, se está quedando corto el concepto, pero sobre todo se están quedando cortos quienes pregonan esta máxima… la democracia también es una calle de doble sentido en donde el ejercicio tiene que ver con lo que se pide, pero también con lo que se puede dar y generar entendimientos que propicien el desarrollo de la sociedad actual de manera más armónica y sin el resentimiento que hoy se manifiesta, o la apatía que permite ver como más del 45 por ciento de los ciudadanos no les importa quienes sean los candidatos ni de que partido o doctrina emerjan.
Esto se ha dado y se ha generado gracias a que los partidos y sobre todo los que gobiernan, han recurrido al miedo, para evitar que los partidos opositores ganen terreno entre los electores… se amenaza con acabar con los programas sociales, con no hacerles obras o con no tomarlos en cuenta… el caso es que los gobiernos partidizan la acción gubernamental… y eso termina de un plumazo con la democracia…