Por Raúl Rosillo Garfias
La compra de votos es inocultable en estos tiempos, cuando están por arrancar campañas, cuando aún faltan algunos días para que partidos emergentes e inclusive el partido en el gobierno federal, dé a conocer a sus verdaderos representantes, a diversos cargos de elección popular…
El tema no es menor, tal vez la falta de experiencia, la falta de capacidad operativa, o de malicia, ha propiciado que todos esos emergentes y ese partido que dice llamarse movimiento, no se hayan dado cuenta de que la operación política es precisamente en donde se encierra la perversión de los actos que le han dado como denominación de una actividad sucia a esta apasionante acción de hacer política.
Los irresponsables en este tiempo son los partidos políticos de todas las denominaciones, de todos los tamaños, porque no han adoptado su papel de oposiciones, que es el de señalar al gobierno sus errores, sus falacias y sus promesas incumplidas en todos los estratos sociales…
No echen en saco roto, que mercantilizar el sufragio, es prostituir la voluntad de los ciudadanos, y bueno esto ha dado como consecuencia que a estas alturas del partido o de los partidos, o de la actividad de la liga en cada estado que tendrá elecciones, reclame la firme experiencia de encontrar a los mejores para gobernar y para representar a los ciudadanos… este acto de gobernar, reclama serenidad,, experiencia y vocación… porque gobernar hoy como siempre es un oficio superior, que no pueden ni deben desempeñar los improvisados y soberbios.
Cuando los viejos políticos llegaban al gobierno, tenían siempre como propósito trascender y para lograrlo y dejar huella, siempre y sin temor o miedo se rodearon de los mejores, para entregar los mejores resultados, sabían dejar a sus equipos trabajar, sólo pedían resultados, los dejaban decidir.
Es un tiempo importante, en donde la incertidumbre cuando se hace presente, esta niega la capacidad de pensar claramente, y por ese simple hecho se señala que nunca hay que decirle a la gente como hacer las cosas… la idea es dejarlos actuar y hacer y las sorpresas son siempre gratas cuando se conoce el ingenio de quienes tuvieron la confianza de ser llamados a laborar a favor de la sociedad….