El Ahuehuete es una especie arbórea conocida también por otros nombres comunes: sabino, ciprés mexicano, ciprés de Moctezuma o tule. Su nombre científico es Taxodium mucronatum, crece ampliamente y de forma muy robusta en diversos ecosistemas de México, de donde es nativa, aunque su distribución alcanza desde algunas regiones de Guatemala hasta el sur de Texas. Algunos de los ejemplares más famosos son: el que se encuentra en Santa María del Tule en Oaxaca, el de Ocuilan de Arteaga, Edomex ubicado cerca del Santuario del Señor de Chalma, y aquel otro antiguamente conocido como “árbol de la noche triste” ubicado en una plazoleta de Calzada México-Tacuba en la colonia Popotla, de la Alcandía Miguel Hidalgo en la CDMX, y que desde el 27 de julio de 2021 se nombró como Plaza de la Noche Victoriosa.
Tanta importancia natural, ritual y simbólica tiene esta especie arbórea que en 1921 fue elegido entre 21 especies como el árbol Nacional en conmemoración de la Independencia de México, y muy recientemente Andrés Manuel López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller plantaron un ejemplar en el patio del Palacio Nacional en la CDMX.
El ahuehuete es una especie de gran importante en el cuidado de los mantos acuíferos, sus troncos y ramas son sitio de anidamiento y percha de aves, roedores, insectos, arácnidos y otros tipos de fauna silvestre. A su resina, hojas y corteza, la cultura popular le atribuye propiedades medicinales para curar heridas,
úlceras, dolor de muelas, ácido úrico, dolores de cabeza y de tipo reumático, también se reconoce como diurético. Por otra parte, se le reconocen propiedades astringentes, reduce los poros abiertos, renueva la dermis, desinfecta la piel, nivela la grasa de la piel dándole un aspecto saludable y fresco, otros testimonios señalan sus bondades como tónico cardiaco y para reducir la inflamación renal.
El cauce del Río San Juan, que atraviesa diversas localidades de Querétaro, está custodiado por diversos ejemplares del ahuehuete, testigos del devenir histórico de la región. El ecosistema que estructuran los ahuehuetes es de suma importancia para la sobrevivencia humana, por ello el cuidado de sus poblaciones naturales y su propagación debería ser una obligación cívica para quienes vivimos cerca de los sitios naturales de distribución de esta especie biológica.
Para quienes les gusta la observación de la naturaleza, la experimentación y contribuir a la conservación del entorno, pueden colectar un puñado de semillas en el Parque de La Pila en Tequisquiapan, Querétaro, mismas que, para acelerar su germinación, deben humedecer y dejar por 24 o 48 horas en una bolsa de plástico, posteriormente sembrar en un maceta almacigo a una profundidad de un centímetro, regar suavemente y mantener húmeda la tierra, tras 5 días se observará la emergencia de las plántulas y cuando estas alcancen los 40 o 50 centímetros se podrán plantar en sitios definitivos que cuenten con suficiente disponibilidad de agua.