Los gobiernos de Estados Unidos y México han acordado intensificar su colaboración en materia de seguridad, enfocándose en combatir el uso de drones por parte de los cárteles en la frontera, así como mejorar las investigaciones conjuntas sobre extradiciones y robo de combustible. Así lo informó este martes el Departamento de Estado estadounidense.
Representantes de ambas naciones se reunieron el pasado 11 de diciembre en la Ciudad de México, durante la segunda sesión del Grupo de Implementación de Seguridad (SIG). El objetivo principal fue reforzar los lazos de cooperación para garantizar la «seguridad y el bienestar de los ciudadanos a ambos lados de la frontera».
Según el comunicado de Estado, ambas delegaciones se comprometieron a optimizar el intercambio de inteligencia y a conectar plataformas de análisis para prevenir y responder eficazmente a los ataques con drones utilizados por el crimen organizado transnacional.
Adicionalmente, Washington y México acordaron «profundizar y agilizar la colaboración» en aspectos clave como las extradiciones, el decomiso de activos y las pesquisas relacionadas con el robo de combustible.
La prioridad central de este esfuerzo conjunto es «poner fin al tráfico ilícito de fentanilo». El grupo bilateral está tomando «medidas decisivas» contra las instituciones financieras y las personas cómplices en la fabricación, distribución y venta del estupefaciente y sus precursores químicos. Este compromiso binacional incluye la aceleración de acciones para desmantelar grupos delictivos, interrumpir flujos de ingresos ilícitos y contrarrestar amenazas emergentes.
La próxima reunión del SIG está programada para enero de 2026. Este esfuerzo se da un día después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva designando el fentanilo como un «arma de destrucción masiva».










