San Juan del Río, Qro.- Esta ciudad que se ha hermanado con el mundo al convertirse en la segunda capital industrial de la entidad, ha recibido hombres y mujeres fabulosos, por sus principios por sus cualidades y sus calidades de seres humanos… nosotros aquí en Bitácora hoy con profunda pena, y con profundo dolor, estamos despidiendo del mundo terrenal a nuestro amigo Edilzar Salvador Castillo González.
Trovador nato de palabra, de fácil escritura, de un didactismo impresionante para enseñar términos y nuevos conceptos, que como el decir en su libro “A Paso de Cadejo” había que retornar del modo que fuere, pero había que volver, por el llamado de la tierra, inclusive entregando el cuerpo… y el de Edilzar Castillo, ha regresado a la tierra, a su tierra… allá en la alta montaña de Chiapas en Siltepec, palabra de origen Náhuatl que significa “cerro de los caracoles” en donde su deseo fue estar y quedarse para la eternidad.
Hombre siempre valiente, frontal determinado, pero cauto y amable, buscando las palabras correctas para hacerse entender… hizo de Bitácora un lugar y un espacio para la poesía, el cuento y la narrativa, primero con la intensión de hacer Bitacultura… luego participa en Palabras Vivas… y más tarde le dio vida total a Pantexterio… y de ahí la despedida y el desayuno pendiente por su cumpleaños número 74… un abrazo amigo hasta donde las estrellas te iluminan y hasta donde la brisa del viento te hace sonreír.
Nuestro amigo de Bitácora Multimedios, se dio tiempo antes de irse… de despedirse a su manera de toda la familia Bitácora… nos deja un legado que habremos de cuidar paso a paso… primero explica la docena de años que cumple este semanario y luego le da vida a una narrativa en la que explica cómo veía él a esta publicación semanal, como concebía cada espacio y cada momento… y eso para nosotros a 12 años de vida nos llena de orgullo y nos permite avizorar que el reto es seguir adelante.
Y en esos textos que nos deja para a reflexión, recuerda como se hacían zonas los maderos de la marimba, con las manos tal vez toscas de los habitantes de la zona de Chiapas y como aun sin partitura y sin conocimientos del lenguaje musical, heredaron el don para ejecutar con gracia y con virtuosismo de arrancar sonidos extraordinarios y armónicos a la Marimba… y luego, sigue con precisión casi fotográfica la narrativa de lo que hacen los nativos de Chiapas en los mercados del pueblo, y los describe de tal manera que las imágenes llegan inmediatas a la imaginación del lector de este extraordinario texto denominado “A paso de Cadejo”… Edilzar ya descansa en paz, pero sus letras se volvieron dinámicas…