Por: Margarita Sánchez.
En 1770, Antoine Lavoisier, el padre de la nutrición y la química, descubre los detalles del metabolismo humano, demostrando que la oxidación de los alimentos es la fuente del calor corporal.
En México, la nutrición tomó importancia a partir de 1934, gracias al doctor José Quintín Olascoaga Moncada. En 1936, el Departamento de Salubridad comenzó a impartir la materia de Nutrición, con la finalidad de preparar personal para las encuestas de alimentación, primera instancia en el país que se dedicaba al estudio de la alimentación de los mexicanos. En 1940, participó en la organización de la llamada “Encuesta de Alimentación y Nutrición”.
La enseñanza formal de la nutrición inició en 1945, en la Escuela de Dietética del Instituto Nacional de Cardiología y en 1972, en la Universidad Iberoamericana del Departamento de Ciencias de la Nutrición y de los Alimentos, crea la primera Licenciatura en Nutrición del país.
La nutrición es un componente básico de la salud y su incorporación a los servicios integrados de salud es una necesidad.
El 27 de enero de cada año se celebra el Día del Nutriólogo, fecha creada por la Asociación Mexicana de Nutriología (AMN), ya que ese día fue el que la asociación se registró ante la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existe un déficit de especialistas en nutrición, ya que existen un promedio de 2.4% de nutriólogos por cada mil habitantes, situación que debería incrementar, tomando en cuenta el panorama epidemiológico por enfermedades que se asocian a una mala alimentación.