A 11 días de haber iniciado el protocolo de investigación de la prueba de tamiz molecular para detectar la presencia del virus SARS CoV-2 (causante de la enfermedad COVID-19) la Universidad Autónoma de Querétaro ha recibido, hasta este sábado 11 de abril, solicitud de 2 mil 60 candidatos voluntarios, de los cuales a la fecha se han efectuado 697 tomas de muestra de exudado faríngeo.
De un total de 603 resultados entregados, el 5.9 por ciento, es decir, 36 personas, han arrojado resultados “reactivos” a la presencia del virus, por lo que no se les considera “enfermos” sino únicamente portadores.
La rectora de la Máxima Casa de Estudios de Querétaro, Teresa García Gasca, quien forma parte del equipo de investigadores universitarios en el proyecto, destacó que este protocolo de investigación -enfocado a evaluar la sensibilidad de la técnica RT-PCR para la proteína “N” de SARS CoV-2- es parte de las aportaciones que hace la UAQ como Institución Pública de Educación Superior para generar nuevas estrategias de combate a la pandemia de coronavirus que afecta actualmente a nuestro país y al mundo.
“Nuestro cuestionario tiene la intención de encontrar a personas asintomáticas o con síntomas leves, que si bien no han desarrollado la enfermedad, son portadoras del virus. Esto nos interesa porque cada persona portadora que no se aísle correctamente puede contagiar a 406 personas en un mes. Hasta ahora hemos detectado 36 casos de portadores asintomáticos que, si se aíslan en sus casas de forma adecuada, pueden evitar alrededor de 14 mil 616 posibles contagios en un mes. Esa es la importancia de la técnica que estamos corriendo ahorita: poder detectar al mayor número de personas portadoras en el menor tiempo posible, para romper la cadena de contagio de manera más efectiva”, indicó García Gasca.
Dado que el procedimiento que lleva a cabo la Universidad Autónoma de Querétaro es un protocolo experimental, los casos de personas “reactivas” no son considerados en las cifras oficiales como casos positivos de COVID-19; sin embargo, se determina que han estado en contacto con el virus y pueden contagiarlo.
Por lo anterior, al recibir la notificación por medio de un correo y una llamada telefónica, a las personas con resultado “reactivo” se les otorga un acompañamiento por parte de los médicos del Sistema Universitario de Salud (SU Salud); quienes les hacen las recomendaciones pertinentes para achatar la curva de contagio tales como: aislarse en su casa, limitar lo más posible el contacto con otros miembros de su familia, utilizar tapabocas todo el tiempo, evitar la automedicación, reforzar las medidas sanitizantes y de desinfección de los espacios comunes, pero sobre todo, no salir a la calle por lo menos en un período de14 días posteriores a la detección.
“Aunque nuestro estudio no es una prueba de diagnóstico oficial, sin duda va a dar mucha información sobre cómo están los ciudadanos que, aunque se queden en sus casas, de pronto requieren salir y no saben que son portadores, lo que genera eso es que se esparza el virus en toda la población”, señaló García Gasca, quien reiteró que este protocolo universitario experimental se someterá en su momento a la certificación; pero, como se está haciendo en muchos países del mundo, era necesario iniciar la dinámica de diseñar nuevas pruebas porque las oficiales (Protocolo de Berlín) son escasas y caras.
En la primera etapa de la investigación, los voluntarios deben cumplir con los siguientes criterios: persona mayor de edad, con algún síntoma leve (tos, cefalea, rinorrea, conjuntivitis, dolor de garganta), personas con síntomas leves o asintomáticos que hayan regresado del extranjero recientemente (en particular de los países de alto riesgo de contagio comunitario), hayan estado en contacto con alguna persona contagiada o tengan riesgo ocupacional, así como aquellas personas que tengan alguna comorbilidad de riesgo como hipertensión arterial o neumopatía crónica.
“El sector Salud se ha enfocado a personas que están desarrollando la enfermedad o que manifiestan síntomas severos, para atenderlas; pero se están haciendo muy pocas pruebas de detección, con criterios cerrados. Nosotros estamos orientados a detectar portadores asintomáticos para romper la cadena de contagio”, añadió García Gasca, quien apuntó que se reporta a la Secretaría de Salud del estado de Querétaro la información de los resultados “reactivos” para que dé seguimiento a los casos.
La investigadora expresó que tanto a los voluntarios que presentan su solicitud de participación en la prueba, como a las personas que obtienen resultados “reactivos” se les pide una gran responsabilidad individual. De los primeros, a presentarse puntuales a su cita de toma de muestra; y a los segundos, de acatar de forma obligada todas las medidas de aislamiento necesarias para evitar que se propague el virus.