Escribe:- Isaac Media Hernández
Al paso del tiempo y de las estadísticas muy poco alentadoras, las conferencias de López-Gatell van tomando formalidad y seriedad, en donde se va dejando entrever la gravedad de la situación, dado que nos acercamos velozmente a cinco mil infectados por coronavirus y sin certeza médica a la cual confiarnos. El Subsecretario se apartó del sosiego con la cual se afrontaba esto y con responsabilidad salió a dar indicaciones para contrarrestar el contagio. Lo anterior contrasta con las acciones del presidente AMLO. El mandatario federal, a pesar de sus propias declaraciones de quedarnos en casa en la medida de lo posible, sigue realizando actos y eventos públicos, como las giras de “Supervisión de Obra” en los Estados de Oaxaca y Sinaloa. En esta última visita, se vio inmerso en una situación polémica, al saludar de mano a María Consuelo Loera Pérez, madre de “El Chapo Guzmán”.
Progresivamente vislumbrábamos la situación real, funesta y nociva por la que estamos pasando. Desearíamos que treinta días fueran suficientes para que esta pandemia pase y podamos regresar a nuestras actividades diarias, con normalidad y sin perjuicios de otra índole, pero esto no será así. Actores Políticos, Sociales y Empresarios realizan un ejercicio de reflexión de los sucesos que acontecerán cuando pase esta pesadilla, teniendo como resultado de ello, una crisis económica, donde se perderán empleos, el sector privado se verá muy afectado y no habrá capital para invertir en nuestro territorio.
Tal parece que la preocupación colectiva no hace mella en las decisiones del Ejecutivo Federal, al no suspender la Obra Pública para atender la contingencia; y tal vez tiene razón, el País no debe detenerse, tiene que seguir con su marcha, pero es preciso atender esta prioridad con seriedad y cargo de conciencia.
Durante esta cuarentena, tomemos un momento de meditación, pensemos en lo que está detenido, nuestro trabajo, las clases y eventos, los cuales tomábamos con naturalidad y sin importancia. Lo que podemos mejorar. Hagamos lo propio y atendamos indicaciones.