El domingo pasado se celebró en el mundo el día del trabajo. Hace un tiempo, sobre todo antes de la pandemia; era una fecha especial en la que coincidían sindicatos, teóricos y académicos que se reunían a protestar contra los gobiernos, exigir mejoras y en general manifestarse para demostrar el músculo productivo del país; esto sucedía cada año en todos los países.
La globalización, fue erosionando estas románticas características, poco a poco las manifestaciones fueron perdiendo fuerza, así como los sindicatos, el trabajo comenzó a volverse menos dependiente de contratos y agrupaciones, para volverse individualista y hoy vemos en este día muy poco del fuego incendiario de mediados del siglo pasado.
La pandemia, terminó de sepultar el viejo modelo y poner de relieve el teletrabajo que comenzaba a funcionar poco a poco. Un dato muy revelador es que en diciembre de 2019 la plataforma Zoom reportó tener 8.5 millones de usuarios y para diciembre de 2020 éramos ya cerca de 120 millones, el boom del empleo a distancia se solidificó de forma absoluta, en algunos sectores para 2018 ya se hablaba de integración laboral, en la noche el proyecto –sobre todo tecnológico- salía de la computadora de José en México y aparecía en la bandeja de Alí en la India para cerrar justo cuando Rocío en Costa Rica lo retomaría al día siguiente; los tres cobrando en un precio por hora en dólares, sin seguridad social, trabajando por metas, sin pagar impuestos, con KPI´s bien establecidos y monitoreados automáticamente. Con la pandemia esto se volvió exponencial y permeo casi todos los sectores productivos de todos los países.
Los gobiernos tendrán retos importantes en el corto plazo como el tema de contratación, seguridad social a los empleados, las edades de trabajo, la legalidad de los desarrollos tecnológicos, la recaudación fiscal, etc. Vienen tiempos importantes.
Por lo pronto, en el presente vemos los siguientes datos recién publicados por el INEGI mediante el Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que nos arrojan los siguientes datos:
69% de las personas trabajan para un patrón y reciben un sueldo
22% de los ocupados, trabajan por su cuenta propia sin seguridad social
5% de los ocupados emplean a su ves trabajadores a cambio de una remuneración, es decir son empleos informales.
4% de los ocupados son empleados familiares sin sueldo o una forma de pago.
El empleo es uno de los indicadores más reveladores de cualquier gobierno, porque describe el éxito o fracaso, de la promoción de inversión y el clima para hacer negocios. El siguiente nivel, es tener menos empleados y más profesionistas, pero de los datos de educación me encargaré en otra ocasión.
Quedo atento a sus comentarios.
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