Por Raúl Rosillo Garfias
Viejos ferrocarrileros no solo añoran sus viejas estaciones ferroviarias a lo largo de sus recorridos, recuerdan cuando en cada una de ellas disfrutaban de exquisitas viandas, que en el caso de San Juan del Río, las señoras que eran vecinas de los campos de la Estación, no sólo eran excelentes cocineras, si no que con un solo taco de milanesa con una cucharada de arroz y un huevo duro, como les decían a los huevos cocidos era más que suficiente para satisfacer el hambre de la comida o el almuerzo.
Luego los juegos de béisbol, los de futbol, o bien los entrenamientos mañaneros del Caballito Velázquez, los del avispa Núñez, los del Zurdo Leal, más tarde los del Banquita Morales o los de Jibarito Rodríguez y tal vez muchos otros que no vienen en estos momentos a la memoria, esos campos, esos lugares, hoy son planchas de cemento, se aprovecharon los que tienen y también los colombianos y los que no tienen, ya se hicieron de algún terreno en la zona, lo bardearon, lo cuidan y lo han destinado a alguna actividad comercial.
En charla con un maquinista, que acaba de jubilarse, y quien nos proporcionó algunas fotografías de las máquinas que utilizarían la catenaria, que instaló la Montagi, compañía italiana que vino a ejecutar el gran proyecto del tren rápido México Guadalajara, y que dejó instalados cientos de kilómetros para que después de muchas luchas y de recuerdos del gran luchador ferrocarrilero Demetrio Vallejo, los ferrocarrileros igual que otras muchas empresas del Estado Mexicano pasaron a manos de particulares…
Aquí en San Juan del Río, existió un hombre conocido como don Chencho, siempre con petos de mezclilla de esos que usaban los viejos ferrocarrileros, tenía una gran autoridad moral, cuidaba a los ferrocarrileros, pero también a los hijos de los ferrocarrileros, era líder don Chencho… y no sólo eso organizaba a los ferrocarrileros y les conseguía donde vivir… todo se acabó… todo se ha ido…las vías hoy volvieron a manos de los americanos, el tren es únicamente de carga y han desaparecido los lujos pullman, los trenes guajoloteros… En fin todo lo que tiene que ver con el Ferrocarril… y todos los terrenos en donde se dice que estuvo el primer hotel, la casa redonda, el abastecimiento del agua… los furgones que eran para dos familias… todo se volvió cartolandia primero y luego nido de gente sin oficio ni beneficio… hay mudos testigos…hoy ni a la vieja estación te puedes acercar… porque el ejército lo cuida, lo protege y no se sabe ¿por qué?
¿Esta estación en alguna ocasión el propio presidente municipal ahora acompañado de Servando Miranda Aranda, que entonces era regidor por Nueva Alianza y que hoy trabaja para MORENA, visitaron la zona y se comprometieron a rescatarla para la cultura y el arte, para una alameda… ¿y que creen?… ya ganaron los particulares… se adueñaron de todo y lo hicieron fraccionamiento…tarea sin duda para el cronista…