Bitácora 686.-
Escribe:-Pedro Alfonso Ochoa Ledesma
Tomando en cuenta lo que en fechas recientes a ocurrido en algunos municipios del estado de Querétaro, entre ellos San Juan del Rio y Tequisquiapan principalmente, particularmente por lo acontecido en el tema de las inundaciones, les comparto algunas consideraciones.
Indudable e innegable es que, lo constante en la naturaleza y la existencia humana son los cambios, lo cuales se dan cíclicamente en espacios y tiempos, evolucionándose continuamente sin límites temporales.
Cuando el equilibrio universal de la madre tierra, el cual permite balancear el ir y venir de la vida se descuida, trae consigo múltiples desfavorables consecuencias a la existencia de los diferentes seres que habitamos este planeta.
A la fecha, mundialmente estamos viviendo una era en la que, los cambios climáticos están llegando cada vez más a niveles preocupantes, ante los desastres naturales que se están sucediendo, donde ahora mismo el virus del Covid-19, también nos manda un mensaje claro de que, la manera de salir adelante, es la de hacer resurgir en los humanos el sentimiento solidario de ayuda al prójimo, con la debida corresponsabilidad entre sociedad y gobierno.
Más allá de encontrar culpables o de preguntarnos porque han sucedido las cosas, debemos pensar, reflexionar y proceder, aprendiendo de lo vivido para aspirar un mejor presente y futuro existencial.
Nos corresponde a tod@s aplicarnos, sobre todo a l@s jóvenes con su alegría por la vida, a los maduros con la ubicación que da la edad, así como a los mayores por los conocimientos y experiencia que da la existencia.
Se dice que Dios perdona, pero la naturaleza nunca, ocupémonos entonces en dejar un mundo mejor a las generaciones actuales y por venir.
Participemos y colaboremos tod@s con actitud positiva en la medida de nuestras posibilidades, respetando y cuidando a nuestra madre tierra.