Bitácora 676.-
En el análisis numérico de COVID-19 de cada lunes, la Vocería Organizacional de Querétaro dio a conocer que la respuesta de la población a los continuos llamados de alerta influyó en una muy leve desaceleración de la enfermedad hasta el viernes 30 de julio.
El Vocero Organizacional, Rafael López González, consideró que, si bien cada desaceleración es buena noticia, la experimentada durante la semana anterior no fue suficiente para impedir duplicar la meta de 600 a 1,200 activos, ni evitar el incremento constante en hospitalización, así como en el número de defunciones, sobre todo, en personas entre 20 y 49 años, pues en dos semanas el promedio de defunciones pasó de 1 a 7.8.
Por lo anterior centró su llamado en los grupos poblacionales de 20 a 29 años, quienes han duplicado su tasa de contagio, de 14.17% que tenían el año pasado a 29.33, y en los de 30 a 39 en quienes casi se cuadruplicó la proporción de letalidad de 3.17% a 11.1%.
Puntualizó que este último grupo de edad es el que más está perdiendo la vida por COVID-19, por lo que los llamo a pensar “todo lo que pones en riesgo en un instante de descuido, pues no se trata de dejar de vivir, se trata de vivir sin contagiarnos y para ello hay que cambiar, de modo que nos debemos dar a la tarea de construir una vida sobre un nuevo orden de ideas”.
Pidió reflexionar en lo mucho que hemos logrado y comparar cómo hace un año no podíamos ni pensar en ver o reunirnos con familiares mayores como nuestros abuelos, mientras hoy, tras recibir la vacuna, podemos hacerlo siguiendo algunas medidas de prevención y al aire libre.
“Si nos descuidamos -reiteró-, se convierte con facilidad en un escenario de desastre y está en nuestras manos evitarlo”.
De igual forma se dirigió a quienes aún no creen en la utilidad de las vacunas y explicó que la prueba fehaciente de su eficacia se refleja en sendas disminuciones de casi 3.8 y de 2.3 veces, es decir, más de 50%, en el índice de mortalidad de las personas entre 60 y 69 años y de las mayores de 70 años.