Escribe:- Isaac Mejía Hernández
A finales del año pasado nos enteramos de un virus completamente desconocido, denominado Coronavirus o COVID 19, que tuvo su origen en la ciudad de Wuhan, China y que hasta la fecha ha infectado a cerca de 87000 personas y está presente en poco más de medio centenar de países.
Después de dos meses de su aparición, ocurrió lo más temible, su llegada a América Latina. El primer país latinoamericano en tener a un ciudadano contagiado fue Brasil y a finales de febrero se dio a conocer sobre 5 casos de pacientes con esta epidemia en México. Esto provocó mucha preocupación en nuestro país, a tal nivel, que hubo desabasto de cubre bocas y desinfectantes.
El presidente López Obrador, así como el Subsecretario de Salud comentan que su Gobierno está preparado para enfrentar esta situación, pero sabemos que a pesar de haber tenido dos meses de gracia ante esto, el coronavirus llega en un momento de tensión en materia de Salud. Este es el primer reto del recién creado INSABI, donde tiene que dar cobertura a más de 120 millones de mexicanos y se enfrentará a un sinfín de pacientes alegando que tienen el virus y exigiendo una atención inmediata.
La Organización Mundial de la Salud ha pedido que no se propague la desinformación ni el pánico, pero es imposible no alarmarse ante tal situación, ya que México no tiene espacios ni recursos para dar batalla a esta epidemia.
Los países contagiados de Europa y Asia, han tomado diversas medidas, desde el cierre de ciudades y mercados, hasta la construcción de Hospitales en pocas semanas. Pero caso contrario son los países pobres, mal equipados para prevenir, diagnosticar y tratar el nuevo virus.
Existe una inquietud evidente en los más de 600 millones de latinoamericanos, ya que su sector salud es catalogado como uno de los peores en todo el mundo, esto por la corrupción, burocracia y desabasto de medicamentos.
Un ejemplo, es la inversión de salud en Estados Unidos, siendo esta de $10,586 dólares por habitante, lo cual contrasta con Ecuador donde solo se invierten 300 dólares. Donald Trump comentó que considera cerrar la Frontera con México por los casos registrados de contagios. Estas declaraciones se traducen en la nula ayuda que brindará E.U.A a Latinoamérica, es una lucha a librar del Río Bravo para bajo.
Esto refuerza la reflexión de Eduardo Galeano en su libro Las Venas Abiertas de América Latina: “Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase”.
CORONAVIRUS: CRÓNICA DE UNA EPIDEMIA
