¿Leer?¿Qué es eso?
Por: Adriano Herrera Álvarez
La lectura, un ejercicio intelectual, donde se pone a trabajar la ingeniería de la imaginación, es para pocos, de diez mexicanos 2 leen el periódico o el Libro Semanal y 1, lee libros. A los que no leen les parece algo titánico, cuando lo intentan se duermen o pierden interés, ya que no tiene ilustraciones o monitos, entre los que no leen me he encontrado con licenciados, profesores, ingenieros, etcétera, de verdad no saben de lo que se pierden.
Por fortuna yo empecé a leer libros desde temprana edad, inculcado por mis padres, recuerdo que el primer libro que leí fue La Isla del Tesoro de Stevenson y de ahí hasta la fecha, no pierdo el hábito de leer, intercambio libros con otro amigo, un gran lector Don Enrique Gómez, nos juntamos para comentar algunos libros que nos prestamos y son en verdad unas veladas deliciosas, sustanciales, emocionantes. Aquí el orden de los países que leen: en primer lugar Estados Unidos, le siguen Alemania, Japón, Italia, Canadá, Polonia, Brasil, España, Argentina, Puerto Rico y México. Estados Unidos con 407 millones de volúmenes en bibliotecas públicas universitarias, México solamente 1.5 millones de libros para los millones de universitarios que transitan por las escuelas superiores.
Al gobierno, y menos a este, no le interesa la cultura, en las partidas económicas, le designan a la cultura lo mínimo, que quiere decir esto, que hasta el nivel más alto gubernamentalmente hablando, que es el presidente, definitivamente no lee, si apenas puede con lo que tiene que leer en las mañaneras y no bien, si tardó catorce años para recibirse, no creo que se los haya pasado leyendo o estudiando, luego como él lo declaró vivía con lo que le depositaban quien sabe quien, curioso mandatario tenemos…
En la página 609 del Statistical Yearbook de la Unesco, aparece un renglón que concuerda con el presupuesto anual para las bibliotecas de la Secretaría de Educación Pública, pero con un desglose útil; el gasto en adquisición de libros. ¡Millón y medio de pesos! Dos centavos por habitante. Menos de lo que aporta México al sostenimiento de la Unesco. Poco más de un centésimo de centésimo del presupuesto de la SEP.
En una encuesta, ¿cuánto les compró la SEP a las editoriales?, los resultados fueron los siguientes:
Editoriales: Era, Diana, Extemporáneos, Grijalbo, Joaquín Mortiz, Nuestro Tiempo, Técnica, Prensa Médica Mexicana, Novaro, Siglo XXI y otras: NADA!!!
La ciudades con más bibliotecas, son: Oaxaca con 208, miles de volúmenes: 117, volúmenes (promedio) 393. CDMX: 47 bibliotecas públicas, miles de volúmenes: 97, volúmenes promedio: 2 021 por la densidad demográfica, obvio. Querétaro: 16 bibliotecas públicas, miles de volúmenes 46, volúmenes promedio: 2 875, el más bajo es Quintana Roo con 3 bibliotecas, miles de volúmenes: 4, volúmenes promedio: 1333.
Vergonzante y creíble debido a la falta de interés de los gobiernos por engrandecer culturalmente a México, que ha dado escritores de la talla de Octavio Paz, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, por mencionar solamente algunos. El acervo básico de libros estaría tomado de colecciones tales como Cien de México y Cien del Mundo (Conaculta), Colección Literaria Universal (Editores Unidos Mexicanos), Colección Popular (Fondo de Cultura Económica), Sepan Cuántos (Porrúa), Biblioteca del Estudiante Universitario y Nuestros Clásicos (UNAM).
Lo que más se consume en México, ahora en tutoriales por Internet son: directorios telefónicos, diccionarios, atlas y libros prácticos de cocina, nutrición, salud, primeros auxilios, costura, reparaciones eléctricas, plomería, trámites legales etcétera. El consumo de libros a través de Internet estamos a la baja, habiendo tantas obras maestras que nos pueden ilustrar de una forma sorprendente, nos vale madre.
Esto se puede extender a peluquerías, salones de belleza, estéticas, con revistas de quinta categoría. En el metro de Tokio, se puede tomar prestado un libro en una estación y dejarlo en otra o llevárselo. Los libreros se surten con donativos de los mismos lectores, que no tienen que registrarse o firmar, leer en Japón es indispensable para la población. En México desgraciadamente ya las habrían quemado o asaltado. México, tan lejos de una cultura popular creciente y tan cerca de la ignorancia, el pesimismo, la apatía y la flojera por no llamarla de otra forma.